En la rueda de este lunes, el dólar oficial cayó hasta $ 1.370 en el Banco Nación, mientras que el mayorista se negoció a $ 1.360. Los dólares financieros también registraron bajas: el contado con liquidación cayó 0,5 % a $ 1.422 y el MEP retrocedió 0,7 % a $ 1.407. En el mercado informal, el blue bajó $ 70, ubicándose en $ 1.405.
Este alivio cambiario se produce en momentos de extrema tensión monetaria. En las últimas semanas el Tesoro intervino intensamente en el mercado y el Banco Central reforzó su estrategia de cobertura. Pero más allá de acciones locales, la clave del viraje fue un auxilio financiero de Estados Unidos, que dio oxígeno al Gobierno argentino.
¿Por qué revirtió la tendencia?
Caída de las liquidaciones agrícolas: la salida del régimen de retenciones cero provocó que las liquidaciones de agroexportaciones colapsaran, pasando de más de u$s 1.000 millones diarios a apenas u$s 25 millones en el período del 2 al 8 de octubre.
Ventas urgentes del Tesoro: ante la creciente presión cambiaria, el Tesoro debió desprenderse de más de u$s 2.100 millones en pocos días para sostener el mercado.
Reservas al borde del colapso: los depósitos disponibles del Tesoro se ubicaron apenas por encima de u$s 350 millones, una cifra que evidenció una situación crítica de liquidez.
El rescate de EE. UU.: el giro decisivo
El punto de inflexión vino cuando el Tesoro de EE. UU. lanzó dos medidas contundentes:
- Un swap por u$s 20.000 millones
- Compras directas de pesos para respaldar el tipo de cambio local
El economista Federico Filippini, de Adcap, calificó el respaldo como “histórico” y señaló que su volumen iguala al programa firmado con el FMI (EFF 2025). Destacó que la afinidad ideológica entre ambas administraciones facilitó la aprobación del paquete.
La reacción fue inmediata: bonos, acciones y ADR argentinos destacados subieron con fuerza. Por unas horas, los mercados dejaron de lado el ruido político previo a las elecciones del 26 de octubre y se enfocaron en el efecto concreto del respaldo.
Riesgos latentes pese al alivio
Aunque este auxilio le otorgó un respiro al esquema cambiario, los especialistas advierten que no sirve como solución definitiva. Ecolatina, por ejemplo, subraya que:
El margen para equivocarse es mínimo
El sostenimiento del dólar dependerá de disciplina fiscal y monetaria
Las reservas siguen bajo sofisticada presión
La coordinación entre Tesoro y Banco Central será clave
En resumen: el apoyo externo cambió momentáneamente el tablero, pero el desafío estructural persiste. El verdadero test será si el Gobierno puede traducir ese margen otorgado por EE. UU. en estabilidad duradera.