En una decisión que podría cambiar su destino político, Jair Bolsonaro enfrenta una mayoría en el Supremo Tribunal Federal de Brasil que lo condenaría por el intento de golpe de Estado tras su derrota en las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
El miércoles, el juez Luiz Fux discrepó con dos de sus colegas, pero al día siguiente, la magistrada Carmen Lúcia reunió tres votos —los suficientes en un panel de cinco— que apoyan la acusación contra Bolsonaro y otros miembros de su círculo cercano.
Carmen Lúcia rechazó las objeciones previas de la defensa: desde la supuesta falta de jurisdicción del tribunal hasta alegatos de violación del derecho a defensa. Además, declaró admisible un acuerdo de culpabilidad de uno de los acusados.
Según la jueza, hay pruebas claras de que Bolsonaro lideró “un plan progresivo y sistemático para atacar las instituciones democráticas” con apoyo de miembros del gobierno, de las Fuerzas Armadas y de los servicios de inteligencia, con el propósito de impedir el traspaso pacífico del poder.
Además del expresidente, también han sido alcanzados por esta mayoría otros siete acusados del “núcleo central” de la trama, incluyendo al ex ministro de Defensa Paulo Sergio Nogueira y al ex ministro de Justicia Anderson Torres.
Queda pendiente el voto del juez Cristiano Zanin, que definirá si la resolución será de 4-1 —lo que dejaría sin posibilidad de apelación —o si Bolsonaro aún podrá recurrir la decisión ante el pleno del tribunal.








