Productores yerbateros realizaron este miércoles un abrazo simbólico al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) en Posadas. El reclamo estuvo dirigido al presidente Javier Milei y al gobierno de Corrientes, a quienes exigieron el cumplimiento de la ley yerbatera y la designación de autoridades que permitan fijar un precio justo para la hoja verde.
“El precio no existe”
“Hoy en la colonia se está vendiendo, puesto en secadero a 180 o 280. Cuando debería estar arriba de los 550 pesos. O sea, el precio no existe”, afirmó el presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam), Hugo Sand.
Los productores aseguran que, en muchos casos, siguen entregando la cosecha solo para dar trabajo a los tareferos, aunque eso signifique producir a pérdida. “Ya se está terminando la zafra y después, ¿qué vamos a hacer?”, se preguntó el dirigente.
Un mercado dominado por pocos
El titular de Apam denunció que el mercado yerbatero está en manos de tres grandes empresas —Las Marías, Liebig y un grupo de industriales misioneros— que concentran más del 50% de las ventas.
“Es un mercado oligopsónico, donde no manda la oferta y la demanda, sino el jefe de la jauría que fija cuánto pagar”, advirtió.
Según Sand, este esquema deja a más de 13.000 pequeños productores indefensos frente a valores ruinosos.
Memoria de luchas pasadas
El dirigente recordó que el INYM nació tras la crisis de los años noventa, cuando la desregulación del menemismo dejó al sector sin protección. “Hoy vivimos una situación similar con un gobierno liberal que está destruyendo a la familia agraria”, sostuvo.
A la par, trazó un paralelismo con otras áreas del Estado:
“Como docentes o empleados de hospitales, los productores estamos achicando el consumo y dejando de invertir. Sacamos baterías del tractor para poner en la camioneta. No es justo cuando el negocio yerbatero es extraordinario”.
Tierra, cultura y futuro en juego
Sand advirtió que la pelea excede lo económico:
“La chacra no se vende, la chacra es patria. Vienen por la tierra, por el agua del acuífero guaraní. ¿Vamos a entregar todo por el valor de un par de alpargatas?”.
Además, alertó sobre los riesgos de una yerba cada vez más industrializada y mecanizada: pérdida de miles de empleos rurales, uso masivo de herbicidas y contaminación.
“Esa yerba va a tener veneno. Lo que le hacemos a la tierra, nos lo hacemos a nosotros mismos”.
Desencanto con Milei y advertencia de medidas más duras
Consultado sobre el humor social de los productores, Sand afirmó que “se están desenamorando de Milei”, tras haberlo apoyado masivamente en las urnas. “Con vergüenza reconocen que fueron engañados de nuevo”, señaló.
Ante la falta de respuestas, no descartó que los colonos salgan a las rutas:
“O entregan su tierra y se van a las villas, como pasó en los noventa, o dicen no. Y si dicen no, tarde o temprano van a salir”.
El mate está en riesgo, pero también una forma de vida
Sand cerró con un mensaje a los consumidores:
“No va a faltar yerba en góndola, pero ya no será la yerba del colono, será la del gran industrial. Y con veneno. Tenemos que defender la chacra, porque esa es la cultura misionera”.
La protesta en Posadas no fue un gesto aislado: marcó el inicio de un conflicto que, de no resolverse, podría trasladarse a las rutas misioneras y volver a poner en agenda nacional la lucha histórica de los pequeños productores yerbateros.