La mañana del domingo dejó una de las escenas más tristes del año en Misiones. Un grave accidente sobre la ruta nacional 14, en la zona de Campo Viera, se cobró la vida de nueve personas y dejó a decenas de heridos, luego de que un colectivo de la empresa Sol del Norte chocara de frente con un automóvil y cayera al arroyo Yazá.
La provincia entera quedó paralizada por la magnitud del siniestro. En señal de respeto y acompañamiento a las víctimas, el Gobierno de Misiones decretó dos días de duelo oficial.
Entre los sobrevivientes se encuentra Alejandro Aquino, un niño de 12 años que viajaba en el micro y que, con una mezcla de dolor y gratitud, compartió su testimonio con Canal 12 Misiones:
«Gracias a Dios estamos con vida. Estaba despierto, sentí el frenón del colectivo, me pegué la cabeza y quedé inconsciente. Cuando desperté, parte del micro ya estaba bajo el agua.»
A pesar del shock, Alejandro hizo un llamado que caló hondo entre los misioneros y en todo el país:
«Si alguien va a beber alcohol, por favor no salga a la ruta. Gente inocente como nosotros, que no hicimos nada, terminamos pagando las consecuencias por culpa de quienes no piensan dos veces antes de manejar.»
Sus palabras, simples y sinceras, se transformaron en el mensaje que todos necesitaban escuchar: un pedido desde la voz de quien sobrevivió a una tragedia evitable.
Las autoridades reforzaron los controles y volvieron a insistir en la importancia de no conducir bajo los efectos del alcohol, una práctica que sigue siendo causa de la mayoría de los siniestros viales graves en la región.
Misiones llora a sus víctimas, pero también escucha el mensaje de Alejandro, que a su corta edad pide lo que debería ser una regla básica: “Por favor, no manejen alcoholizados.





