Ella misionera, él pampeano. Se conocieron en Buenos Aires donde trabajaban, planificaban y creían sería el lugar elegido para progresar. Pero, Marcelo Walter conoció Misiones y además del encanto de la misionera Liliana Álvarez, quedó enamorado con la tierra colorada y ambos decidieron apostar en la provincia para concretar sus sueños.
«El quedó encantado con las palmeras de Misiones. Cuando vino la primera vez sacó 300 fotos de palmeras. Por eso decidimos abrir hace 18 años una panadería, a la que llamamos ‘Las Palmeritas’», contó Liliana en una charla conENFOQUEMisiones.
Así inicia la historia de esta pareja que actualmente genera empleo para una docena de personas. Son una marca registrada en la ciudad de Oberá en panificados artesanales y los diferencia la calidad y frescura de sus productos. Hoy cuentan también con un supermercado, pero la vedette es sin dudas la panadería.
Liliana encabeza la empresa, sin embargo, -nobleza obliga- asegura que trabajan a la par con su pareja.
«Tenemos dos hijos (una nena y un varón). Uno nació en Buenos Aires y cuando estaba embarazada de la segunda mi marido me propone venir a Misiones con la decisión de hacer la panadería. Al inicio, como todo fue chiquito, paso a paso. Hoy yo estoy al frente de la panadería y el del negocio. Trabajamos juntos», relató.
Respecto a los productos que ofrecen detalló que elaboran todo en panificado, desde el pan, factura, hasta la tapa de empanada. «Buscamos siempre que el cliente adquiera el producto fresco, el pan calentito, por ello no tenemos distribución, sino que los clientes buscan del lugar en el momento que lo deseen», contó. Al respecto dijo que incluso el horario es más amplio que en otros comercios de la ciudad (de 8.00 a 14.00 y de 17.00 a 00.00).
Emprender en el contexto de paz que brinda Misiones
Para Liliana «es más fácil emprender en un lugar de paz, y Misiones es un lugar así. Nosotros veníamos con la vorágine de la gran ciudad y venir a un lugar donde los hijos puedan ir solos al colegio, andar en bicicleta, fue maravilloso, porque lo familiar es importante al momento de enfocarte en lo laboral», reflexionó.
Consideró que comercialmente, si bien implicó mucho trabajo, no fue complicado. «La clave está en trabajar, tener empuje y siempre innovar, ir agregando opciones, cambiando», señaló.
En el mismo sentido, indicó que más allá de las crisis que atravesaron por la situación del país, siempre fueron cautos. «Acceder a créditos es importante, pero siempre evaluando, de hecho fue el Consejo Federal de Inversiones (CFI) quien nos ayudó para comprar la primera cámara frigorífica, lo evalué y pagué como corresponde, eso también te da paz, llevar las cuentas ordenadas».
Finalmente, al momento de evaluarse como emprendedora reflexionó que «la clave es estar feliz con lo que se hace, si no estás cómodo donde estás es difícil llegar a algo sostenible en el tiempo. Todos tenemos problemas, pero si tenemos paz y hacemos las cosas felices y en compañía, todo se hace más llevadero».
La Panadería ‘Las Palmeritas’ se encuentra en calle Asunción 2194; en tanto que el el Supermercado está en Villa Listron en la esquina de Guayaba y Eva Perón. Ambos comercios en la ciudad de Oberá.