Con tres décadas de historia y una identidad profundamente arraigada en la comunidad, la Fiesta Nacional de la Navidad del Litoral celebra este año su XXX edición consolidándose no solo como un evento cultural y religioso, sino también como un motor económico y turístico clave para el sur misionero.
El lanzamiento oficial tuvo lugar este marte y fue encabezado por el gobernador Hugo Passalacqua y el intendente Matías Sebely, marcando el inicio de una cuenta regresiva que culminará con una agenda llena de actividades durante todo diciembre. Las fechas confirmadas son los fines de semana del 6 al 8, 12 al 14, 20 al 21 y 27 al 28 de diciembre, en el tradicional predio de Leandro N. Alem, con entrada libre y gratuita.

Un evento que moviliza a toda una ciudad
Cada año, la localidad se transforma en un escenario de luces, carrozas y música. Más de mil vecinos participan directamente en la organización, desde la confección de decoraciones hasta la logística de los desfiles, que reúnen a miles de visitantes de toda la provincia y del país.
La fiesta incluye una feria artesanal y gastronómica, una muestra de pesebres del mundo, la Casita de Papá Noel, y una grilla artística que combina talentos locales con presentaciones nacionales.
Pero detrás de las luces y la magia, hay también una dinámica económica que se activa en cada edición: hoteleros, gastronómicos, emprendedores y productores encuentran en este evento una oportunidad única para incrementar sus ventas y visibilizar sus productos.
Impacto económico y turismo en movimiento
Según datos del Ministerio de Turismo de Misiones, eventos de este tipo generan un incremento de entre el 30% y el 50% en la ocupación hotelera local durante su desarrollo. Alem no es la excepción. Cada diciembre, el flujo de visitantes dinamiza la economía regional, beneficiando a comercios, transportistas y emprendedores turísticos.
La fiesta se ha convertido, además, en una estrategia de desarrollo sostenible, ya que impulsa la producción artesanal, la gastronomía local y el trabajo asociativo. Muchos de los expositores son familias que dependen de la venta de productos regionales y decoraciones navideñas elaboradas a mano.
“La Fiesta de la Navidad no solo representa el espíritu de unión y esperanza, sino que también es una fuente de ingresos para cientos de familias de Alem y alrededores”, destacó uno de los organizadores durante la presentación oficial.
Una tradición que trasciende fronteras
Desde su primera edición en 1995, el evento creció año tras año hasta obtener en 2013 el reconocimiento nacional. Hoy, la Fiesta Nacional de la Navidad del Litoral se posiciona como uno de los atractivos más importantes del calendario misionero, al nivel de otros grandes festivales del país.
Su carácter inclusivo y familiar la convierte en una propuesta única: mientras los niños disfrutan de la magia de la decoración y los espectáculos, los adultos participan de ferias y actividades religiosas, culturales y gastronómicas que fortalecen la identidad regional.
Alem, punto de encuentro del espíritu navideño
Ubicada a menos de 100 kilómetros de Posadas, Alem se prepara cada año para recibir a miles de turistas. Las rutas, comercios y espacios públicos se visten de fiesta, generando una atmósfera cálida y comunitaria.
La combinación de tradición, creatividad y participación ciudadana hace que esta celebración no sea solo un evento, sino un ejemplo de cómo la cultura puede impulsar el turismo y la economía local.








