Fue casi una lección de manual. Por el impacto de la devaluación del peso, más argentinos deciden viajar por el interior del país y se reduce la cantidad de viajeros al exterior. Es que los precios, medidos en moneda argentina, se dispararon al doble de lo que costaban en marzo pasado, cuando el dólar cotizaba en torno de $20.
Las últimas cifras oficiales -correspondientes a agosto- reflejan este comportamiento lógico. Según informó la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), el mes pasado resultó el mejor agosto de la historia en término de pasajeros de cabotaje, con un aumento interanual de 13%. Como contrapartida, los pasajeros de vuelos internacionales cayeron 4% en la misma comparación.
Además, la temporada invernal (julio-agosto) también fue récord. Hay que recordar que en julio la cantidad de pasajeros transportados superó incluso la cifra de agosto y llegó a 1.360.000 pasajeros.
En agosto en vuelos de cabotaje se trasladaron 1,33 millones de pasajeros. El crecimiento interanual fue de 13% y el acumulado de los primeros ocho meses del año fue de 12% contra enero-agosto de 2017.
Y se revalorizaron destinos tradicionales como la ruta Aeroparque-Bariloche, que en agosto fue la más demandada del mercado doméstico, con un total de 148.000 pasajeros, repartidos en 1.116 vuelos.
Pero el crecimiento de 13% que registró el cabotaje en agosto no benefició a todos por igual. El grupo Aerolíneas Argentinas (que incluye a Austral) perdió 1% de pasajeros y 6 puntos de participación en el market share.
Por su parte, Latam Argentina transportó 7% menos de pasajeros y perdió 1 punto de su cuota de participación en el mercado. Dado que ni Flybondi ni Avianca volaban en 2017, el claro ganador de agosto fue Andes, que avanzó 2 puntos porcentuales en su cuota de mercado y transportó un 17% más de pasajeros.
Así, el mapa del mercado doméstico en agosto quedó dominado por Aerolíneas/Austral con 66%;, Latam con 17%; Andes avanzó al tercer lugar con 9%, superando a Flybondi que quedó con 6%. Avianca mantuvo su 2% del mes de julio.
En vuelos internacionales, se trasladó 1,17 millón de pasajeros, una cifra que representa una caída de 4% con relación a agosto de 2017. El acumulado anual se mantuvo por encima del 6%.
El Grupo Latam posee una cuota de mercado del 28%, secundado por el Aerolíneas Argentinas, que registró un 22%. Las conexiones hacia San Pablo y Santiago (desde Ezeiza) fueron las más demandas, con más de 98 y 86 mil pasajeros, respectivamente, repartidos en 700 y 697 vuelos, en cada caso.
Pero la explosión del mercado doméstico encierra una paradoja: aunque hay más gente volando las compañías siguen enfrentando complicaciones por sus altos costos operativos. Es que el precio del dólar también aumentó para las compañías y no sólo para los viajeros. Es más, los turistas tienen la chance de abandonar los destinos dolarizados y dirigirse a las opciones domésticas en pesos. Pero las aerolíneas no pueden dejar de enfrentar sus costos en moneda extranjera, aunque vuelen dentro del país. Lo que más desequilibra las cuentas de las empresas es el aumento del combustible -que casi duplicó su precio en apenas seis meses por la devaluación- pero también tienen otros costos en dólares como alquileres de aviones, deudas varias y parte del mantenimiento.
Ahora, buena parte de las expectativas están puestas en el auge de la experiencia low cost en el país. La desregulación de la tarifa mínima abrió el juego a una competencia muy audaz por parte de compañías que tienen poco margen para sostener niveles tarifarios por debajo de su punto de equilibrio. En el primer mes de vigencia del nuevo régimen se vendió 1 millón de pasajes, que se irán traduciendo en cifras de pasajeros transportados a partir de los próximos meses, ya que es condición comprarlos con por lo menos un mes de anticipación.
A medida que la experiencia low cost avance se podrá constatar cuántos pasajeros se agregan por encima de los máximos históricos de cada mes. Hay que tener en cuenta que en agosto de este año, sin pasajes a precios low cost computables aún, volaron 156.000 pasajeros más que en agosto de 2017. Si los viajeros que se suman pagan una tarifa muy baja, es probable que las cuentas de las compañías sigan sin cerrar a pesar de que suba su factor de ocupación.
Porque puede darse la paradoja de que las compañías celebren que con sus promociones low cost logran vender el doble de pasajes a precios que son la mitad de los que cobraban habitualmente.
Es que hay quienes en el mercado reconocen que están vendiendo pasajes a precios que no hubieran querido vender. Pero se ven obligados a hacerlo porque la competencia abierta lo exige para no quedar relegados en el mercado y porque el mal momento que transita la economía argentina deja una cantidad de asientos vacíos que es preocupante.
Fuente: Ambito