“El próximo presidente se enfrenta al mayor de los desafíos: pagar la deuda con la niñez y con la adolescencia”. Bajo esta premisa UNICEF Argentina lanzó una campaña cuyo objetivo es posicionar ocho prioridades que deberían ocupar un lugar central en el debate electoral y en la agenda del próximo presidente y de los gobernadores.
#LaDeudaEsConLaNiñez hace eje en el 52,6% de los niños, niñas y adolescentes pobres, según la última medición del INDEC; así como en el 13,1% de esa franja etaria que es indigente. Son más que números: se trata de más de 7 millones de chicos que tienen al menos un derecho vulnerado.
“Estamos haciendo un llamado para que prioricen la niñez”, dijo Luisa Brumana, representante de UNICEF Argentina, al tiempo que aclaró que ya se pidió audiencia con todos los candidatos y que todos recibirán el documento.
Desde la agencia de la ONU sostuvieron que la pobreza en la niñez es un problema estructural que va más allá de la falta de ingresos. Ser pobre es no asistir a la escuela o hacerlo a edad tardía; no contar con acceso al sistema de protección social; vivir en casas inadecuadas y sin agua potable; no acceder a los servicios de salud correspondientes ni a políticas de cuidado, entre otras carencias.
“El próximo presidente se enfrenta al mayor de los desafíos: pagar la deuda con la niñez y con la adolescencia”. Bajo esta premisa UNICEF Argentina lanzó una campaña cuyo objetivo es posicionar ocho prioridades que deberían ocupar un lugar central en el debate electoral y en la agenda del próximo presidente y de los gobernadores.
#LaDeudaEsConLaNiñez hace eje en el 52,6% de los niños, niñas y adolescentes pobres, según la última medición del INDEC; así como en el 13,1% de esa franja etaria que es indigente. Son más que números: se trata de más de 7 millones de chicos que tienen al menos un derecho vulnerado.
“Estamos haciendo un llamado para que prioricen la niñez”, dijo Luisa Brumana, representante de UNICEF Argentina, al tiempo que aclaró que ya se pidió audiencia con todos los candidatos y que todos recibirán el documento.
Desde la agencia de la ONU sostuvieron que la pobreza en la niñez es un problema estructural que va más allá de la falta de ingresos. Ser pobre es no asistir a la escuela o hacerlo a edad tardía; no contar con acceso al sistema de protección social; vivir en casas inadecuadas y sin agua potable; no acceder a los servicios de salud correspondientes ni a políticas de cuidado, entre otras carencias.
Consultado acerca de la gestión del presidente Mauricio Macri respecto a los índices que menciona el documento, Waisgrais fue elocuente: “El Gobierno asume con un 30% de pobreza y en este momento estamos en un 35%, nos genera muchísima preocupación. El balance habla por sí solo”.
Las ocho dimensiones de la pobreza
– Pobreza es no tener acceso al sistema de protección social. Más de un millón de chicas y chicos no cuentan con acceso al sistema de protección social y gran parte debería estar cubierta por la Asignación Universal por Hijo. Además, cada año, cerca de 300 mil chicas y chicos pierden el derecho a la AUH por problemas para certificar el cumplimiento de condicionalidades (ya sea por temas de salud o educación).
– Pobreza es no acceder a un sistema de cuidados en la primera infancia. Sólo el 21% de los chicos y chicas entre 0 y 3 años accede a servicios de educación y cuidado.
– Pobreza es no contar con acceso universal a la educación inicial. El Estado argentino realizó avances importantes en la ampliación del acceso al nivel inicial. Sin embargo, persisten desafíos para garantizar a todos los niños y niñas una educación inicial de calidad, en la cobertura (obligatoria) de la sala de 5 y 4; y en el acceso (opcional) de los niños y niñas de 2 y 3 años.
– Pobreza es ser adolescente y no acceder a la escuela, o hacerlo y no aprender. Más de 500.000 adolescentes están fuera de la escuela, y sólo 1 de cada 2 de los que ingresan, logran terminarla en los plazos esperados.
Pobreza es ser adolescente y enfrentar inequidades en el acceso a la salud. El 70% de los embarazos de madres de menos de 19 años no son intencionales. De estos embarazos, 2.500 son de niñas menores de 15 años que, con elevada probabilidad, sufrieron un abuso sexual.
– Pobreza es ser niño, niña o adolescente y sufrir malnutrición. La malnutrición se expresa tanto en problemas de desnutrición (más de 1.5 millones de niñas y niños viven en hogares que no alcanzan a cubrir una canasta básica alimentaria) como de sobrepeso y obesidad. En Argentina el 41,1% de la población entre los 5 y los 17 años tiene sobrepeso y obesidad.
– Pobreza es ser niña o niño y sufrir violencia física, psicológica o emocional. El 70% de los hogares utiliza métodos de crianza violenta, como agresiones verbales y castigo físico.
– Pobreza es ser adolescente y no acceder a un sistema de justicia inclusivo. Las y los adolescentes privados de libertad forman parte del sector más vulnerable de la sociedad: el 28% vivió en la calle y el 78% tuvo dificultades para asistir a la escuela, entre otras problemáticas. Es prioritario contar con una Ley de Justicia Juvenil en línea con los estándares internacionales y que no baje la edad de imputabilidad.