Alrededor de 70 panaderías de Posadas se adhirieron al programa “Menos Sal Más Vida”, una iniciativa nacional que busca reducir el contenido de sal del pan. El programa –que se comenzó a implementar en la ciudad de Posadas- también busca instalar la iniciativa en bares, restaurantes y en general en todo comercio de venta de comidas.
La médica clínica Viviana Ramírez comentó en LT 17 Radio Provincia que este proyecto se complementará con la Ley de Alimentación Saludable, y tiene como objetivo prevenir las enfermedades crónicas no transmisibles, tales como la hipertensión.
Señaló que “el sodio es la principal causa de hipertensión en Argentina y en nuestra provincia, en particular, más del 60 por ciento de las muertes se producen por enfermedades cardiovasculares relacionados con la hipertensión, y es una de las causas que producen muerte prematura y discapacidad prematura, hablamos de infartos, accidentes cardiovasculares, insuficiencia renal, ceguera como causa de discapacidad temprana y muerte prematura. Ese es el motivo principal por el cual todos deberíamos tomar conciencia en reducir el contenido de sodio en nuestros alimentos”.
Al referirse a la adhesión de unas 70 panaderías de la ciudad capital, Ramírez recordó que el programa “Menos Sal Más Vida” funciona desde el año 2013 y que nació como un proyecto piloto de concientización en la elaboración de panificados con un vasito medidor que se entregaba a cada panadería como una manera voluntaria para ir sensibilizando y hoy vemos a las panaderías que tienen un logo pegado en el local de ventas”, destacó.
Explicó que ese logo significa que “cumplen la primera etapa de la sensibilización con la Ley de Alimentación Saludable, la cual con el Código Argentino de Alimentos habla de una equis cantidad de agregado de sal cada 50 kilos de harina y en los productos elaborados y ultraprocesados también en contenido de sal y azafrán”.
La médica comentó que “en la primera etapa, del 2013 hasta diciembre del año pasado, era una tarea de sensibilización y adaptación voluntaria, y a partir del 1 de enero de este año rige plenamente la Ley y el Código Alimentario, y todos los que elaboran pan deben estar dentro de ese Código Alimentario”.
Especificó que “la medica máxima del uso de sal es 50 gramos en una bolsa de 50 kilos de harina, y para ello se utiliza un vasito medidor que tienen las panaderías que hicieron la sensibilización, pero más de allá de solamente actuar en las panaderías lo que busca el programa es la prevención de enfermedades crónicas, donde una de ellas es justamente la hipertensión”, subrayó y agregó que “solamente con la recomendación médica no alcanza, por eso es importante la legislación y en este caso, toman mucha participación los municipios, con los cuales hemos comenzado a trabajar para adherir a una estrategia mayor, que tiene que ver con la supervisión de los locales gastronómicos”.
En este punto, la médica clínica explicó que lo que se busca es que en estos locales “se ofrezca un menú sin sal, que en la carta menú esté la leyenda que el excesivo consumo de sal es perjudicial para la salud, y que en estos lugares no esté el salero puesto en la mesa, ya que “está demostrado que si uno se sienta en la mesa y el salero está puesto es prácticamente automático colocar sal aunque no se necesite”, dijo.
En ese sentido, comentó que “por eso esta recomendación y ordenanza que deben aplicar las municipalidades y sobre lo que estamos trabajando es que los saleros no estén en las mesas y que los sobrecitos sean menores y que siempre exista la posibilidad de consumir alternativas de sal reducida en sodio”.
Intensificarán trabajos en locales gastronómicos
Ramírez comentó que este año se continuará trabajando con las panaderías y se intensificará en locales gastronómicos con varias estratégicas y donde “uno pueda sentarse a la mesa de un restaurante y encuentre en su carta menú la opción de la preparación, pero sin sal”.
La profesional explicó que “para ir eliminando la sal, las instrucciones solamente son evitar el agregado de sal, por ejemplo, si voy a cocinar algo y voy a agregar algún caldito, no le agrego sal, no tener los saleros a mano y utilizar todas las especies que crecen tan naturalmente en nuestra provincia, hablamos de ajo, orégano, cebolla, limón y las hierbas que etén disponibles para poder bridarle el sabor” a las comida y de esa manera ir reduciendo el contenido de sal. En tanto, explicó que “todos los productos enlatados y conservantes tienen un alto porcentaje de sodio, por ejemplo el queso rallado, fiambres, la salsa de tomates procesadas”, y que lo que se busca es “volver a una preparación más natural y tratar de evitar el agregado de sal, aunque destacó que “vienen productos con reducción de contenido de sodio y son validos para poder suplantar totalmente el sodio”.