Con un consumo diario aproximado de $ 920, se llevan gastados en total unos $ 22.400 millones, 28,5% más que en la primera quincena de enero que en 2017.
En tanto, 1,5 millones de turistas optaron por veranear en las playas uruguayas, chilenas o brasileñas. Sólo a Uruguay se estima que habrían llegado 750 mil argentinos en la primera quincena, que es la más fuerte, y a Brasil 400 mil.
Sin embargo, a diferencia de lo que parece, los destinos no se estarían eligiendo en función de conveniencia de precios, sino de gustos y cercanías. Por ejemplo, en comida y combustible, Argentina tiene mejores precios que los países vecinos, y en alojamiento no hay grandes diferencias.
«Donde sí hay grandes brechas es en electrónicos, calzado y textil, donde Brasil y Chile se imponen como una gran opción para los que buscan vacacionar y hacer shopping. Chile se está ganando al turista de la zona cuyana que busca playas cercanas. Por su parte, Brasil y Uruguay al del Litoral, ya que busca playas más templadas. Y Miami al de mayor poder adquisitivo, que elige turismo-shopping», señaló el informe difundido por Ambito.com.
Con una estadía promedio de 4,3 días, para una familia de cuatro personas, dos adultos y dos menores, que vive en Ciudad de Buenos Aires, viajar una semana a Mar del Plata es 9% más barato que hacerlo a Punta del Este, 11% más económico que Florianópolis, 36% respecto de Santiago de Chile y 75% más barato que Miami.
Pero saliendo desde San Juan, Santiago de Chile es 20% más económico que Mar del Plata y cuesta 20% menos que Santa Teresita o incluso que Villa General Belgrano.