Luego de que China impusiera aranceles a 128 productos estadounidenses, el Ministerio de Comercio del gigante asiático advirtió que «no le gustan las guerras comerciales», pero «no tiene más opción que entrar en una guerra para terminar una guerra».
«A China no le gustan las guerras comerciales, pero estando del lado de la justicia, no tiene más opción que entrar en una guerra para terminar una guerra», escribió Wang Hailou, del centro de investigación del Ministerio de Comercio de ese país en una columna periodística.
El lunes, Pekín impuso aranceles adicionales de hasta un 25% sobre productos estadounidenses por un valor de alrededor de u$s 3.000 millones, en respuesta a las nuevas tarifas estadounidenses sobre las importaciones de aluminio y acero.
A los productores estadounidenses, Canadá y Corea del Sur se les otorgaron exenciones de los aranceles de aluminio y acero, pero no a China.
Los aranceles chinos son ampliamente considerados como modestos en tamaño. Se los ve como una advertencia para el gobierno de Estados Unidos, que esta semana presentará una lista de las importaciones chinas de alta tecnología que serían blanco de aranceles estadounidenses.
La industria estadounidense ha expresado su preocupación de que China pueda tomar represalias adicionales con gravámenes punitivos sobre productos importantes como los aviones, la soja y los autos.
Pekín ha dicho en repetidas ocasiones que no teme una guerra comercial con Estados Unidos, pero también ha instado a Washington a sentarse a la mesa y resolver sus diferencias comerciales.
«Sería beneficioso para todos si las propuestas amistosas (de China) fueran aceptadas por Washington. Sin embargo, por el momento parece que intentan hacer oídos sordos a cualquier sugerencia de que cada uno haga concesiones para llegar a un acuerdo amigable», opinó el funiconario en un editorial en el diario China Daily.
Fuente: Ambito.com