El investigador del CONICET Javier Gyenge visitó Montecarlo para dar una charla sobre la relación entre los bosques y los recursos hídricos. Fue en la sede de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA. “La idea es adelantarse a los problemas, que no todas las veces pasan por lo biológico de forestación, sino por la sociedad, que tiene que buscar soluciones haciendo obras hidráulicas o educando a las personas para un consumo responsable del agua. Si derrochamos agua, no hay cantidad que nos alcance”, sostuvo.
La propuesta de la charla, enmarcada dentro de la edición 2019 de las Jornadas Técnicas Forestales y Ambientales, era conocer algunos patrones ecohidrológicos básicos que ayuden a comprender la relación entre el agua y el uso del suelo tratando de generar una base de conocimiento común.
“Traje información acerca de distintos trabajos que se hicieron en la región, pero también datos internacionales, sobre la relación entre flujos de agua o forestaciones. Esto para que sirva de base para debates posteriores. No es que uno tenga una receta”, explicó Gyenge.
Detalló que los excesos hídricos son mayores en las regiones más húmedas, donde la respuesta de una cuenca hídrica es mayor.
El investigador detalló que la cobertura forestal consume más agua que la herbácea y ambas más que el suelo desnudo. Y que la respuesta de una cuenca es mayor en aquellas que tienen menor cobertura forestal.
“La idea es discutir en base a un piso de información y no una creencia o un mito. Saber que tal o cual cuenca hídrica funciona así y no quedarse en el ‘a mí me parece que’”, afirmó el profesional.
En el auditorio había ingenieros forestales, funcionarios, estudiantes y periodistas, todos interesados en saber principalmente sobre los efectos de la deforestación.
La charla fue declarada de interés provincial (por un proyecto del legislador Julio «Chun» Barreto) y municipal, por una ordenanza del Concejo Deliberante de Montecarlo. El intendente Jorge Lovato estuvo presente en la apertura.
Según Gyenge, “la planificación es pare tener la menor cantidad de inconvenientes posibles. Pero para planificar hay que saber, sino lo hacemos en el aire. Tenemos que generar los mecanismos para generar la mayor cantidad de datos posibles”.
“Misiones es un ejemplo en cuanto a la preservación de bosques nativos. Aunque siempre hay cuestiones a mejorar”, consideró.
Como reflexión final, el investigador del CONICET señaló que el mayor cambio hidrológico de las cuencas se observará al manejar cobertura boscosa.
Aseguró que la deforestación redundará en aumento de los caudales en los cauces y respuestas más rápidas a los pulsos de lluvia.
“Tenemos que preservar la biodiversidad, no es una moda. Es pensando en las generaciones que nos van a seguir. Pero tenemos que llegar a un equilibrio entre la preservación y la producción, para mejorar nuestro estándar de vida”, cerró.
Fotos: gentileza Ignacio Villasuso (INTA)