Los salarios han sido una de las variables más golpeadas a lo largo de 2018, más que nada luego de la devaluación del tipo de cambio, que permitió licuar el gasto del Gobierno, pero a su vez tuvo un fuerte impacto sobre el poder adquisitivo por la aceleración de la inflación. En octubre, el Índice de Salarios avanzó un 3,7%, por debajo del 5,4% del Índice de Precios al Consumidor, informó ayer el INDEC. En los primeros diez meses del año el indicador presentó un incremento de apenas 22,98%, casi 20 puntos por debajo de la inflación, que se ubicó en igual período en 39,5%.
Nuevamente, los salarios del sector público (+4,7%) volvieron a crecer por encima de los del sector privado (+3,8%), pero en lo que va del año, los primeros anotaron un avance del 25,1% contra un 24,7% de los trabajadores del Estado. De todas formas, en ambos casos cerraron muy por debajo de la inflación. En suma, los salarios del sector privado crecieron 4,1% en el décimo mes del año, anotando entre enero y octubre un alza del 24,9%. El sector más golpeado fue el del sector privado no registrado, que tuvo un aumento en los salarios nominales de solo 1,7% (en los primeros diez meses fue de apenas 15,4%), según los datos del organismo que conduce Jorge Todesca.
Una de las principales preocupaciones con respecto a la economía argentina, y una de las eternas deudas del sector político, es el elevado nivel de informalidad ante una muy elevada presión tributaria, generada por el alto gasto público del Estado. Otro factor relevante para tener en cuenta al momento de analizar el incremento de los salarios es la fuerte suba del costo de las Canastas Básicas Alimentaria (CBA) y Total (CBT) a lo largo del 2018.
Fuente: Ambito