Griselda Zanek tiene cuatro locales Grido en la ciudad de Posadas y Café Bonafide, ubicado por calle Felix de Azara. Durante el mes y medio de cuarentena sufrió robos en el Café y en dos de los locales de helados. “Mientras estamos guardados nos están robando”, se quejó la empresaria.
El primer robo fue en el local ubicado en El Brete (zona Costanera de Posadas), de donde se llevaron equipos, luego en Bonafide ubicado por Feliz de Azara casi San Martín. Al último que ingresaron fue al local de avenida Lavalle, de la Chacra 32-33, durante la noche del lunes. De este último se llevaron computadora, cinco smartphone de 40 pulgadas y desconectaron las cámaras de seguridad.
“Cómo puede ser que se tomen el tiempo de desconectar todo con prolijidad y que nadie los vea”, expresó indignada.
Golpeados por la cuarentena
Para Griselda Zanek lo de los robos es un golpe más y muy duro, ya que vienen aguantando la crisis que provoca la cuarentena obligatoria por el COVID-19.
Entre los tantos problemas que surgieron, la empresaria dijo que la metodología de trabajo a través de delivery provocó una caída en las ventas y están trabajando al 30 por ciento. “Tengo 25 empleados, los reubiqué para no despedirlos y aguantar. Eso estamos haciendo, pero todo esto de los robos, la inseguridad, nos golpea aún más”, insistió.
Zanek describe un panorama poco alentador si la situación sigue así, ya que asegura que tampoco es fácil acceder a créditos. Al respecto contó que aún cuando califica ante los bancos el sistema burocrático nacional no le permitió sacar un crédito. “Es una mentira los créditos, a nadie le sale nada, llamé a los bancos, tengo excelente calificación y no me dan créditos”, manifestó.
Asimismo, reclamó la necesidad de comenzar a trabajar usando un sistema donde el cliente puede pasar a retirar. Aseguró que “Posadas no está preparada para el sistema de delivery como en las ciudades de Buenos Aires o Rosario. Acá sufríamos hasta tres horas de retraso para entregar un pedido”, contó.