“Pulga (Fernando Damus), mi entrenador, siempre me inculcó que si quería ser un buen jugador tenía que dormir temprano, comer bien y estar bien físicamente. Y como siempre fui enano (1,68 metros) tenía que matarme en tener más velocidad que los demás. Siempre me decía tenés que ser un Fitito pero con motor de un Audi” (risas). Así, con total franqueza, el tenista misionero Ezequiel Monferrer (14 años) se presta a una entrevista con ENFOQUE previa a un día normal de entrenamientos en las canchas del Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (Cepard), donde el sol radiante es el principal protagonista en horas de la siesta posadeña.
Con el título Sudamericano Sub-14, su participación reciente en el Mundial en Europa y el Número 1° del ranking argentino Junior en su poder, no caben dudas que Monferrer es la gran promesa que tiene el tenis de la tierra colorada, una actividad que, por diferentes factores, no viene produciendo representantes que trasciendan la frontera, tal cual sucediera con Diego Hartfield (se retiró en 2010) o José Acasuso (2012), quien justamente es su gran referente. “Lo tengo como ejemplo al “Chucho”. Él también hacia lo mismo que yo, entrenaba a la mañana y a la tarde, iba al colegio, al gimnasio”, destacó “killer” (así lo apodan sus compañeros).
“Tenía 3 años y mi papá siempre iba a jugar al Itapúa Tenis Club. Un día tenía tantas ganas de empezar que se lo transmití, y él al propio profesor, quien me dijo que era muy chico para jugar pero que pruebe. Luego me dio el “ok” para que siga y empecé a entrenar dos veces por semana con Ariel Chemes. Ahí seguí hasta los 8 años, que me fui al Capri con el Pulga y después al Cepard”, recordó Ezequiel, empezando un repaso de sus inicios.
“En la categoría Sub-10 me di cuenta que tenía un potencial distinto a los demás. En 2015, disputé un Grado 1 en Sub-12, en el cual los dos finalistas iban al sudamericano. Perdí la final, pero por suerte pude clasificar entre los mejores de Argentina y representar posteriormente al país en una competencia internacional”, rememoró una de las máximas esperanzas de nuestro tenis.
En éste 2017 su juego ha dado un paso gigante y mucho tuvo que ver la obtención del Campeonato Sudamericano Sub-14 en el mes de mayo en Bolivia, un hecho sin precedentes para la disciplina en Misiones, teniendo en cuenta que el mismo fue clasificatorio para el Mundial de República Checa. “La verdad tuvo un sabor especial por vencer en la final a Brasil, liquidando la serie 2-1 en el definitivo punto en dobles. Yo iba a jugar uno de los singles porque venía sólido y con confianza pero tuve una lesión en el hombro (inflamación en el tendón de 5 milímetros) que me dolía bastante. Aún así intenté en el dobles y jugué casi anestesiado por la adrenalina, por suerte nos salió bien y ganamos”, relató emocionado.
Siguiendo con su maratónico año, Ezequiel narró su experiencia en el Mundial disputado recientemente en agosto en Europa. “Después de mucha kinesiología en el hombro llegué bien al certamen. Fuimos dos semanas antes y jugamos algunos torneos en Francia y Alemania. En nuestra zona nos cruzamos con Suiza (finalmente fue el campeón), Rusia y Tailandia, México, Tailandia y el local. Terminamos en undécima posición y me quedó un sabor amargo porque podíamos haber jugado mucho mejor y estuvimos muy relajados. La idea era mínimamente estar entre los seis mejores, pero no lo hicimos. Además teníamos la presión de que la camada anterior había logrado el campeonato del mundo el año pasado y capaz eso nos jugó en contra”.
“Para éste semestre aún me queda un Torneo Grado 1 y el Máster en Buenos Aires, donde vamos a estar los ocho mejores. Luego en diciembre hay una gira por Estados Unidos, aunque aún no sabemos si nos convocan”, destacó el jugador diestro, quien también aseguró que el “objetivo ahora es mantenerme como el Número 1° de Argentina de cara al posible viaje a Norteamérica”.
En los últimos años nuestro tenis no ha sacado exponentes a nivel mundial. En esa línea manifestó que “el factor económico es clave y la verdad que mis padres (Leo y Patricia) me ayudan muchísimo para que yo pueda viajar a competir”.
Para finalizar “Eze” se metió de lleno en sus principales anhelos: “Sería un sueño jugar la Copa Davis el día de mañana, pero por ahora me concentro en lo que está pasando ahora. Tengo bien marcado el camino a seguir. Quiero ser profesional, ese es mi objetivo principal. Quiero vivir de esto, además de disfrutar y divertirme al jugar”.
“Nunca dejó de mejorar”
Uno de los que más lo conoce es Fernando Damus, quien lo entrena desde hace seis años. “Está teniendo un presente más que auspicioso. Creo que es el mejor año que ha tenido”, opinó “Pulga”.
También su coach fue sincero al declarar que “lo que me tiene muy satisfecho es que nunca dejó de mejorar, siempre siguió creciendo. El mérito absoluto es de él”.
En relación a su futuro como profesional, Damus dejó en claro que “nosotros siempre vamos con objetivos a corto y mediano plazo, siempre apuntando a que él sea un jugador de tenis con las características necesarias para ser un profesional. Cuando vos tenés un jugador con el talento que tiene Ezequiel es indudable que, a pesar que sea muy chico, uno proyecte más allá que cualquier otro, aunque no es fácil llegar a la elite”.
“Espero que sea un referente en Misiones”
“Alguna que otra vez entrené y peloteé con él. Me parece que es un buen chico, la familia me cayó muy bien también, así que en todo lo que pueda ayudar para su crecimiento deportivo y personal lo haré”, manifestó en declaraciones a ENFOQUE el gran referente de Ezequiel, José “Chucho” Acasuso, exintegrante del equipo argentino de Copa Davis y último misionero en brillar a nivel mundial.
“Históricamente Misiones nunca sacó jugadores profesionales, salvo los casos de Alberto Mancini que nació en Posadas pero se fue de chico a vivir a Rosario, Hartfield y yo. Ahora es una grata sorpresa lo de Ezequiel. Ojalá que todo esto sirva para el crecimiento del tenis misionero y que él pueda ser el espejo para varios chicos que se inician, como tal vez lo fui yo para él en su momento. Espero que se convierta en ese referente porque siempre es importante tener a alguien de tu propia tierra como ejemplo”, sentenció quien fuera en 2006 Número 20° del mundo.
Artículo publicado en la Edición N° 30 de Revista ENFOQUE
Escribe Maximiliano Acosta, Periodista (Posadas)
Fotos Daniel Pereyra