La oficialización del Decreto 812/2025 por parte del Gobierno Nacional encendió un fuerte alerta en Misiones. La medida elimina la facultad del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para fijar el precio de la materia prima, una herramienta que durante años funcionó como freno a los desequilibrios entre pequeños productores y la industria.
Desde esta redacción, la lectura es inevitable: con esta decisión, el INYM quedó peligrosamente cerca de recibir su acta de defunción. No lo dijo el gobernador; es la interpretación que ya circula entre productores y cooperativas que temen un mercado liberado a la ley del más fuerte.
“Riesgo de mayor concentración”: la advertencia de Passalacqua
El gobernador Hugo Passalacqua fue uno de los primeros en manifestar su preocupación. A través de sus redes sociales, expuso el núcleo del problema que observa en la reforma:
“Ante las nuevas medidas oficializadas hoy por el Gobierno Nacional en torno al INYM, nos sentimos en la obligación de reiterar nuestro llamado de atención sobre los riesgos de mayor concentración en el sector.”
El mandatario también remarcó su postura histórica respecto al equilibrio del mercado yerbatero:
“Es, fue y será siempre nuestra prioridad cuidar a toda la familia yerbatera: productores, tareferos, cooperativas e industrias. Solo un mercado equilibrado garantiza que todos puedan vivir de su trabajo.”
La posición provincial es clara: sin una instancia reguladora, el impacto recaerá directamente sobre los eslabones más vulnerables de la cadena.
Qué cambia con el Decreto 812/2025
La modificación introducida por Nación implica tres transformaciones clave:
Eliminación de la facultad del INYM para fijar precios de hoja verde y yerba canchada.
Prohibición de cualquier intervención que pueda “distorsionar” el valor de mercado.
Adecuación completa del organismo a la nueva normativa de competencia.
En términos prácticos, la medida representa una pérdida de protección para los productores y mayor margen de maniobra para los grandes actores industriales, que ahora tendrán más libertad para imponer precios y condiciones.
Un escenario que se recalienta
El momento no podría ser más delicado: costos en aumento, rentabilidad ajustada y un mercado interno que no termina de estabilizarse. La eliminación del precio regulado coloca al productor chico en una posición más vulnerable y lo obliga a negociar en un terreno donde la relación de fuerzas es profundamente desigual.
En este contexto, Misiones advierte que seguirá defendiendo a quienes sostienen la economía yerbatera desde la chacra hacia arriba. La tensión recién empieza y el impacto real de la desregulación se verá en los próximos meses, cuando el mercado funcione sin las barreras de contención que rigieron durante décadas.








