La nueva Ley de Tarjetas que impulsa el presidente de la comisión de Industria y Comercio del Senado, Alfredo Luenzo, motivó a que los bancos tienten a Came para que esté de su lado y deje de apoyar el proyecto. Son conscientes de que tienen buenos lazos con diputados y senadores de todo el país y que, sin su apoyo, es difícil que la nueva ley (que no los favorece en absoluto) pueda salir a la luz. Y las entidades buscan, justamente, frenar el proyecto.
Por eso, mañana Came firmará un convenio con Atacyc, la cámara que nuclea a las tarjetas de crédito, para incluir 12 cuotas sin interés en 75 ciudades fronterizas con Visa, Mastercard, American Express y Cabal, que tendrá un tope de $ 100.000 por mes con cada una de estas cuatro emisoras, por lo que cada negocio tendrá un crédito por un total de $ 400.000 al mes.
El comerciante debe ser una pyme, cuya cuenta corriente en el banco sea bajo un Cuit local, por lo que tomarán en cuenta el código postal de la sociedad anónima o del comercio receptor, que es la única forma que tienen para regularlo.
Arrancará el 7 de julio y durará hasta el 6 de enero, pero con una cláusula: cuando la promoción cumpla los primeros tres meses, las provincias que continúen por tres meses más serán aquellas cuyos gobernadores tomen la decisión de eliminar las retenciones de ingresos brutos en las tarjetas de crédito. O sea, lo que piden desde la Came es que el impuesto se pague a posteriori, pero no en el momento de la operación, pues lo que está pasando en muchas localidades es que hay comercios con saldos a favor en ingresos brutos. En consecuencia, muchos negocios evitan el pago con tarjeta, para no tener un sobrecosto en la operación.
Ponen como ejemplo que el último fin de semana largo cruzaron por el puente de Posadas hacia Encarnación 180.000 personas, que no generan recaudación impositiva y atentan contra el consumo. Si bien los precios seguirán siendo más baratos en el exterior, allá tienen que pagar al contado, mientras acá tendrán el financiamiento con las 12 cuotas sin interés.
La ciudad fronteriza más complicada es Posadas, porque sus ciudadanos cruzan a Encarnación para hacer gastos corrientes, y luego le sigue Formosa, aunque no tiene una ciudad tan importante como Encarnación enfrente, ni tiene un puente, sino que hay que tomarse una lancha, pero en pocos minutos ya se está en Paraguay.
La logística del acuerdo la arma Came y los bancos aportarán la reducción de tasa, ya que los comerciantes deberán absolver una tasa del 14%, mucho más baja que lo que le puede cobrar un banco por descontarle un cupón de tarjeta.
Desde Came reclaman al Gobierno políticas de fronteras activas: «No puede ser que la ecuación impositiva sea la misma en un local de la calle Florida que en uno de frontera, que no sólo tienen mucho menos público cautivo, sino gran competencia del país que tiene al lado», se quejan. Según la Cámara de Industria y Comercio de Misiones, nunca se registró una crisis similar. Estimaron que si la fuerte presión tributaria no baja, sumado a la presión de la Dirección de Rentas de Misiones a los impuestos federales, provinciales, municipales, aseguradoras de riesgos de trabajo, aportes jubilatorios y el 21% en concepto de IVA -algo que en el Paraguay no sucede-, la caída será peor y continuará el cierre de locales.
Fuente: Cronista