Luego de tres jornadas intensas de debate, las sesiones plenarias de la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) concluyeron sin acuerdo. Tal como se preveía, el cónclave finalizó sin declaración ministerial ni consenso acerca de ninguno de los ejes principales.
Ya lo había predicho Malcorra al inicio de la cumbre, cuando recordó que «hay vida después de Buenos Aires» abriendo el paraguas frente a un público compuesto por 3.500 miembros de delegaciones de los 164 países miembros.
«No hubo suficientes resultados», remarcó la ´chair´ de la cumbre en la reunión de clausura, aunque señaló sin embargo que se fijaron «parámetros sobre trabajos a futuro» sobre algunos temas.
Respecto de los cinco grandes ejes que se abordaron durante la agenda del evento (Pesca, Agricultura, Desarrollo, Servicios, y Comercio Electrónico) no se llegó a un acuerdo.
La OMC atribuyó la falta de consenso a una escasez de «concesiones». Su titular, Roberto Azevedo, remarcó que el «apoyo político que hubo al comienzo de la cumbre cuando buena parte de los mandatarios latinoamericanos firmaron el Compromiso por el Multilateralismo- no se vio reflejado durante las negociaciones».
«El multilateralismo no significa que obtenemos lo que queremos, tenemos que hacer concesiones, a veces penosas. Esto es algo que faltó aquí. Muchas cosas se hubieran resuelto si hubiéramos hecho gala de la humildad. Todos lamentaríamos mucho si este sistema se pierde», sostuvo Azevedo.
El titular de la OMC señaló sin embargo que la labor sobre los temas pendientes continuará en la duodécima conferencia ministerial, cuya sede aún no se definió. «Sabíamos que los temas a largo plazo serían difíciles de abordar, pero eso no disminuye la decepción que sentimos. Tenemos que hacer un examen de retro inspección para seguir adelante, pero los miembros siguen determinados a seguir discutiendo», remarcó Azevedo.
De esta manera la OMC daba su mensaje a la administración de Donald Trump, que envió a su secretario de Comercio, Robert Lighthizer para marcar la postura de Estados Unidos en sus críticas a los métodos del organismo internacional. «Muchos anticiparon que este sería el fin del sistema multilateralista de comercio, pero no es así, vamos a seguir adelante», sostuvo.
De la vereda de enfrente, Lighthizer propuso durante las ministeriales una oferta plurilateralista: que se agrupen los países con «posturas similares».
Sin embargo, pese a que «la posición de Estados Unidos introduce incertidumbre», reconoció la OMC, «no fue el factor definitivo» de la falta de acuerdo.
Pese a que no hubo consenso, Malcorra identificó algunos «avances» en las negociaciones. En primer lugar mencionó «la discusión en torno de la pesca, esta cumbre sin duda será recordada como la `cumbre de la pesca´, por haber dado el puntapié inicial» para debatir los subsidios y la actividad ilegal en el sector. A esto añadió el lanzamiento de la «agenda de la cumbre del siglo XXI», en alusión a la incorporación de temas relativamente nuevos en la historia de las cumbres OMC tales como empoderamiento de la mujer, pymes, facilitación de inversiones, e-commerce, y marcos jurídicos nacionales.
Para debatir estos temas, el organismo conformó grupos de trabajo que seguirán las discusiones. También quedó establecido un grupo de trabajo para tratar el pedido de adhesión de Sudán del Sur al organismo global.
El eje con más escollos fue el de Agricultura. El propio Azevedo admitió que «no ha habido ningún resultado». «Esto es un tema delicado y lo sabíamos desde el principio, hubo un acercamiento de posiciones pero no un resultado», indica el diario Ámbito.
El desenlace de la cumbre no es ninguna sorpresa. Incluso antes de iniciado el cónclave, el propio Gobierno argentino había anticipado que esperaba resultados «austeros», según señaló el canciller Jorge Faurie. Las jornadas previas del lunes y martes finalizaron con caras largas de los representantes de la OMC y la propia Susana Malcorra, quien desde el primer día dijo que el vaso estaba «casi vacío». Y es que la «chair», a diferencia de la primera plana del Gabinete de Mauricio Macri, entiende del ritmo de las negociaciones diplomáticas, y fue la primera allegada al Gobierno en decir que tampoco veía probable un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. «En las condiciones actuales, no hay acuerdo posible», dijo Malcorra en noviembre al encabezar junto a Faurie las actividades preparatorias a la cumbre. El mismo día en que la excanciller decía estas palabras, el titular de Producción, Francisco Cabrera, prometió ante industriales que el acuerdo se cerraría antes de fin de año. Una semana después, en el predio de Tecnópolis, en el marco del lanzamiento de Exporta Simple, lo estiró a «los próximos meses».