El empresario Marcelo Odebrecht declaró a las autoridades electorales que el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva colectó fondos para la campaña de su sucesora, Dilma Rousseff, quien «sabía» de los pagos irregulares realizados por la compañía a su candidatura, informaron medios locales.
«Dilma sabía de la dimensión de nuestra donación y sabía que nosotros éramos quien donábamos, quien hacía gran parte de los pagos vía caja B para Joao Santana», entonces publicitario de Rousseff, afirmó el ex presidente de la constructora Odebrecht en la confesión filtrada hoy a medios brasileños.
El ejecutivo brindó su testimonio a principios de marzo ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), que investiga la supuesta financiación ilícita de la campaña de Rousseff y su compañero de fórmula, el actual presidente brasileño, Michel Temer.
Si bien parte de su declaración ya había sido filtrada a la prensa el día de su convocación, el portal de noticias O Antagonista reveló nuevos detalles en los que Odebrecht responsabiliza a Lula y al ex ministro Antonio Palocci como los recaudadores de fondos para la campaña de Rousseff en 2010.
En cambio, para la campaña de 2014, el empresario aseguró que Rousseff habría planteado a través de intermediarios, como el ex ministro Guido Mantega, que los aportes destinados anteriormente al Partido de los Trabajadores (PT) se dedicaran ahora a «las necesidades de la campaña de ella», reportó la agencia de noticias EFE.
Odebrecht dijo que aportó una suma equivalente a unos 48 millones de dólares para la campaña de 2014 y detalló que al menos una tercera parte del dinero fue una «contrapartida» a cambio de unas normas aprobadas en 2009 que favorecían los negocios del grupo.
Ante estas acusaciones, Rousseff negó cualquier vinculación con una supuesta financiación irregular y afirmó en un comunicado que «no tiene y nunca tuvo» relación con Odebrecht y que «jamás» pidió recursos para su campaña ni para financiar al PT.
La ex mandataria exigió a Odebrecht brindar pruebas y documentos sobre sus acusaciones y lamentó la filtración «selectiva, torpe y sospechosa» de los testimonios.
Asimismo, reclamó a las autoridades judiciales, incluyendo al Fiscal General, Rodrigo Janot, y al presidente del TSE, Gilmar Mendes, a asumir las responsabilidades por las filtraciones de un proceso bajo secreto judicial.