El desempleo en Brasil cayó en el cuarto trimestre de 2017 a 11,8%, frente a 12% en el mismo periodo de 2016, informó este miércoles el instituto de estadísticas IBGE.
El índice de desocupación se retrotrajo así al mismo nivel del periodo agosto-octubre de 2016, antes de un empeoramiento del mercado laboral que lo llevaría a 13,7% en marzo de 2017. En el tercer trimestre de 2017, el índice era de 12,4%.
El dato del cuarto trimestre mejora en una décima la expectativa promedio de 27 analistas consultados por el diario económico Valor (11,9%).
En el periodo octubre-diciembre del año pasado, había en la mayor economía latinoamericana 2,3 millones de personas en busca de un empleo, 650.000 menos (-5%) que en el trimestre anterior, pero un número similar al del cuarto trimestre de 2016.
Pese a la mejora de los últimos meses, el índice promedio de desocupación en 2017 fue de 12,7%, superior al 11,5% de 2016.
La mejora del mercado laboral en los últimos tres trimestres de 2017 se debe principalmente al aumento de trabajadores del sector informal y de emprendedores individuales, en detrimento del número de empleados con contratos formales, tras dos años de profunda recesión económica.
El IBGE realiza sus informes en base a encuestas llevadas a cabo por cerca de 2.000 entrevistadores que visitan domicilios en todo el país.
En comparación interanual, en el cuarto trimestre hubo incremento de mano de obra en actividades industriales (+4,6%), de alojamiento y alimentación (+8,7%), de información, comunicación, inmobiliarias y financieras (+4,2%) y de servicios domésticos (+4,2%). Se registró en cambio una reducción de la fuerza laboral en la agropecuaria (-5,1%).
Respecto al tercer trimestre de 2017, hubo un aumento de mano de obra en actividades comerciales, de reparación de vehículos (+2,1% en ambos casos) y de servicios domésticos (+3,3%).
El gobierno del presidente conservador Michel Temer reivindica la reactivación del país, gracias a medidas de ajuste que contribuyeron a contener la inflación y reducir las tasas de interés.
Los inversores observan actualmente la capacidad del gobierno para hacer aprobar una resistida reforma del régimen de jubilaciones, a la que consideran esencial para enderezar las cuentas públicas.
Fuente: Ambito.com