* Escribe Marcelo Telez (Oberá)
Cientos de personas marcharon el pasado 28 de junio -en el Día Internacional del Orgullo Gay- a favor del orgullo, el reconocimiento y la diversidad, en la ciudad de Posadas. ENFOQUE entrevistó a Nicolás Pintos, integrante de Colectivo 108, una organización de la sociedad civil que promueve los derechos humanos de la diversidad sexual y la equidad de géneros, quienes junto al Programa Provincial de Salud Sexual organizaron la #SemanaDelOrgullo LGBTIQ+.
¿Qué es y quiénes hacen el Colectivo 108?
Somos un grupo de militantes de los derechos humanos que estamos comprometidos con una propuesta que comenzó a gestarse en el año 2013.
Primero fuimos un programa de radio y después salimos a la calle para empezar a sumar voluntades, así fue que conformamos una organización sin fines de lucro para trabajar de manera voluntaria por la igualdad de oportunidades y el pleno acceso a todas las personas sin discriminación por su orientación sexo-afectiva, su identidad de género, conformación familiar, corporalidad y/o expresión de género.
Nosotros promovemos instancias de participación a través de actividades de capacitación, formación y debate, de investigación y análisis de temáticas vinculadas a la diversidad sexual y de géneros desde las distintas comisiones como la de Salud, Comunicación, Cultura, Derechos y Educación, y de los grupos que son los de Mujeres, Jóvenes y Varones Trans, que componen en su conjunto el Colectivo 108.
¿De dónde y por qué tomaron el nombre de Colectivo 108?
La relación del número 108 con la homosexualidad tiene su origen en el asesinato del locutor de radio Bernardo Aranda que sucedió el 01/09/1959 en Asunción, Paraguay.
Al sospecharse que la víctima era homosexual, se dedujo que los autores del supuesto crimen también lo eran y que por lo tanto cualquier homosexual estaba involucrado. Como consecuencia de este hecho, 108 homosexuales hombres fueron detenidos para realizar las investigaciones del supuesto asesinato y los nombres de los detenidos fue difundida en una lista que se conoció como “la lista de los 108”.
El caso Aranda generó en la sociedad paraguaya y en la región una reafirmación de los prejuicios contra la homosexualidad, el mote de 108 se socializó y hasta hoy se utiliza como una forma de discriminar a las personas aludiendo a su orientación sexual.
En Misiones, por cuestiones limítrofes compartimos muchas cosas en común con nuestros hermanos Paraguayos (historia, idiosincrasia, cultura, etc.), es por ello que como Asociación Misionera que intenta combatir la discriminación en la región, decidimos visibilizar el número 108, esta vez como símbolo de orgullo para la comunidad LGTBIQ.
¿Cómo se desarrolló la #SemanaDelOrgullo?
Por primera vez se articularon una serie de actividades de distinta índole como charlas, capacitaciones, actividades recreativas, una feria, reuniones de debate y construcción, donde también apoyaron y participaron distintos organismos del estado provincial, que tuvieron como objetivo principal visibilizar las diferentes formas de ser, amar y formar familias de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, personas trans, intersexuales y queers, y también reflexionamos sobre las problemáticas que debemos enfrentar en este colectivo y así fortalecer el trabajo de las y los actores que trabajan para la promoción y defensa de los derechos de las personas LGBT, la no discriminación y la igualdad de oportunidades de todas las personas y de todas las familias.
Nuestra idea es la de poder ampliar una visión cada vez menos binaria de la biología humana, entendiendo que la diversidad y la variedad se encuentran primero en la naturaleza.
¿Por qué hablar de diversidad sexual y corporal?
Primero porque podemos, y eso no es poco. Segundo porque es parte de nuestra identidad, de lo que somos y sentimos. Nadie, ni las personas ni los pueblos, pueden desarrollarse con plenitud si no pueden expresarse y crecer en un ambiente sano que lo potencie en vez de limitarlo.
Y mientras no se hable del tema seguiremos recibiendo adolescentes expulsados de su hogar o del sistema escolar, las mujeres trans seguirán empujadas al paisaje nocturno en las avenidas posadeñas o a las crónicas policiales y la heteronormatividad será el mecanismo naturalizado para la marginalización, invisibilización y persecución.
Entonces, ¿cuáles serían los desafíos para Misiones en torno la temática LGBTIQ+?
Justamente dejar de pensar que las problemáticas que atraviesan a dicha comunidad son de ellos y de nadie más.
Las mismas estructuras que sostienen la violencia machista hacia las mujeres o la violencia clasista hacia afrodescendientes y migrantes son las que sustentan la violencia y discriminación hacia las personas LGTB: alimentando la falsa idea de que hay formas de ser, maneras de amar o de formar familias más legítimas que otras.
La violencia machista y patriarcal tiñe todos nuestros espacios y es responsabilidad de todas y todos darnos la oportunidad de generar nuevos vínculos y relaciones más equitativas.
Para eso necesitamos de acciones positivas por parte del Estado que generen herramientas reales como la que propone el Proyecto de Ley Provincial de Inclusión Laboral para Personas Trans, o su equivalente como Ordenanza para Posadas, capacitación a agentes de la administración pública y de las fuerzas de seguridad, la creación de consejos consultivos de diversidad en cada municipio.
Pero principalmente, nuestro mayor desafío es lograr la implementación efectiva y total de la Ley Nacional de Educación Sexual Integral en las escuelas misioneras. Mientras no consigamos esto seguiremos violando el derecho de los más chicos a un espacio sistemático de enseñanza aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y de los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes.
* Artículo publicado en la edición Nº 28 de Revista ENFOQUE