En medio de una recesión que se extiende como un cáncer por la economía argentina, las cuentas públicas de Misiones se muestran saludables y con buenas perspectivas, pese a la caída generalizada. El último informe de la calificadora crediticia Moody´s sobre las cuentas públicas de la provincia, destacó que Misiones volvió a ostentar superávits “gemelos” en el segundo trimestre, gracias a mantener bajo control los gastos y generar mayores ingresos por coparticipación y recaudación de Rentas.
Misiones tuvo en el segundo trimestre un superávit corriente de 3.811 millones de pesos, lo cual representa 14,3% de sus ingresos. El año pasado, para el mismo período, Misiones había mostrado un superávit corriente de tan solo el 2,7% de sus ingresos.
Es decir, el Estado logró incrementar el excedente de recursos corrientes en el período abril, mayo y junio, cuando los efectos de la corrida cambiaria y la suba en las tasas de interés ya se sentían, pero aún la economía mostraba signos de cierto crecimiento. La Provincia se mantiene en un privilegiado lote de ocho que todavía registra una economía en crecimiento.
El superávit corriente es el excedente tras computar ingresos (Coparticipación, recaudación, regalías, etc.) y los gastos corrientes (sueldos de la administración pública, gastos de mantenimiento, etc).
Superávit financiero
Otra novedad en este reporte de Moody´s, es que Misiones, además, tuvo a mitad de año un superávit financiero, algo que no pasaba desde hacía tiempo. Se trata del resultado final en los ingresos/egresos del Estado, computando los intereses de la deuda. Es un logro que pocas provincias pueden exhibir y que la Nación está lejos de alcanzar, aún con la promesa de déficit cero para 2019. El déficit cero se logrará en los gastos corrientes, pero el peso de la deuda irá creciendo, por lo que en la práctica, se está lejos del punto de equilibrio.
En cambio, “tras computar los ingresos y egresos de capital, Misiones exhibe un superávit financiero de 683 millones de pesos”, señaló el informe de Moody’s al que accedió Economis.
En general, Misiones en los últimos años obtuvo superávits corriente en todos los años, salvo 2016. En el primer año de Mauricio Macri en la Casa Rosada, el impacto de la devaluación y la recesión generaron un rojo en el resultado operativo del Estado, que inmediatamente al año siguiente se cambió a superávit. Un excedente de recursos que incluso fue mejorando mes a mes hasta junio, como destaca el informe. En cambio, Moody’s sostiene que Misiones tenía un déficit financiero desde 2013 (último año relevado en el informe). Eso sí, ese rojo financiero se va achicando en forma sostenida año a año.
¿Las razones para tener cuentas fiscales robustas, al menos hasta junio pasado? En el reporte, -en el cual Moody’s volvió a ratificar la nota de la deuda de Misiones (B2)-, se vuelve a destacar que la provincia mantuvo controlados los gastos, que crecieron en menor medida que los ingresos, que aumentaron básicamente por inflación.
Mientras la Coparticipación Federal -principal ingreso del Estado- aumentó por encima de la inflación desde febrero del 2017 (esa racha solo se interrumpió en julio y septiembre pasados) y lo mismo sucedió con la recaudación de Rentas, la Provincia practicó una política de austeridad con recortes en algunas inversiones de infraestructura e incrementos salariales para la administración pública por debajo de la tasa de inflación.
En cuanto a los gastos, el Estado provincial practicó algo así como un ajuste “blando” o un “ajuste solidario”. El salario del empleado público perdió contra la inflación. Pero al mismo tiempo, permitió un orden en las cuentas que despeja cualquier posibilidad de tener que achicar la planta de personal o espaciar los pagos, como en otras provincias. Además, garantiza el pago en tiempo y forma de haberes y sin pedir recursos extraordinarios o endeudar a la provincia. Misiones es una de las ocho provincias que pagará el bono de fin de año, de 5.500 pesos, mientras que algunas “grandes”, como Capital Federal, Buenos Aires o Córdoba, todavía están en duda. Las demás anunciaron que no pagarán.
El otro punto para destacar es que la deuda de Misiones, mayormente en pesos, se sigue achicando en relación a los ingresos del Estado.
“Al igual que en la mayoría de las provincias, el nivel de endeudamiento de Misiones presentó una tendencia decreciente desde el 2012. Mientras el stock de deuda pública provincial representaba el 44% de sus ingresos totales en el 2011, el mismo bajó hasta el 14,1% a fines del 2017”, explicó Moody’s.
Las tasas de interés que Misiones pactó por su deuda son menores a la inflación y eso permite ir “licuando” el pasivo de la provincia. Según Moody´s, a finales de 2017 la deuda de Misiones era de 6.802 millones de pesos, un 22 por ciento más que un año antes.
Sin embargo, en 2017 la inflación y los ingresos de Misiones crecieron mucho más que ese 22% de aumento del stock de deuda en pesos. Distinto es el caso de las provincias que salieron a colocar deuda en dólares, y vieron como sus pasivos se incrementaron (medidos en pesos) al ritmo de la devaluación.
Moody’ s podría bajar la calificación de Misiones, ¿por qué?
A pesar de ratificar la nota y destacar la mejora en las cuentas públicas, Moody’s podría bajarle la nota a Misiones en cualquier momento. ¿Por qué? Porque la calificadora le bajaría la nota al Estado Nacional en unos días más, siguiendo las acciones que ya concretaron las otras dos agencias crediticias: Standard & Poor’s y Fitch. Los motivos son conocidos: el plan financiero de Macri no convence a los mercados y el anunciado déficit cero para el 2019 aún está por comprobarse. No es un dato menor que se trata de un año electoral.
Cuando una calificadora le reduce la nota al Estado Nacional, luego le sigue una acción similar en los llamados emisores sub-soberanos, como se conoce en la jerga a estados provinciales y municipales, y también en los emisores corporativos (grandes empresas como AA2000, YPF o Arcor, que emiten bonos de deuda).
Es una paradoja, porque Misiones -y las otras provincias a las que Moody’ s les bajaría la nota- no pueden estar calificadas mejor que la Nación, a pesar de que en la mayoría de los casos, ostentan resultados fiscales mucho más sólidos.
Artículo publicado en la edición N° 42 de Revista ENFOQUE
Escribe Juan Carlos Argüello, periodista