Misiones nuevamente se convirtió en la primera provincia en tener aprobado su presupuesto para el 2018 con la particularidad de que las proyecciones fueron avaladas por todos los diputados, incluso los de la alianza Cambiemos, en un voto de confianza hacia la gestión del gobernador Hugo Passalacqua.
Misiones invertirá el año que viene poco más de 55 mil millones de pesos con un rumbo claro: la inclusión social se lleva 56,75 por ciento de los recursos. La educación es la prioridad para Passalacqua y eso queda demostrado en los casi 17 mil millones de pesos, pero también en que el propio Gobernador pidió incluir una partida extra por 153 millones de pesos para la construcción de nuevas escuelas.
El rumbo conceptual que toma el Gobierno cobra relevancia en un escenario de contracción económica en el que los recursos federales no abundan y la economía todavía no da señales de un crecimiento armónico. Los brotes verdes todavía son un puñado que no genera un entusiasmo desmedido. En cambio, son más abundantes las señales de recorte de gastos por parte de la Nación, que afectan inversión y proyecciones locales.
El presupuesto nacional vuelve a relegar a Misiones a los últimos lugares de la fila, con apenas 1,42 por ciento de las partidas totales, mientras que el 42 por ciento de las partidas se destinarán a Buenos Aires (22%) y la Ciudad Autónoma (20%). Córdoba recibirá el 4,5% y Santa Fe, el 4,3%. Doce provincias, la mitad del total de los distritos, acumulan menos del 10% del gasto.
El plan Belgrano, pensado como “reparación histórica” para el Norte Grande, destinará apenas 2.100 millones de pesos para obras durante el año que viene, de los cuá- les 1.300 se destinarán a viviendas y el resto a la continuidad de obras ya iniciadas como las autovías en la ruta nacional 12 y la provincial 105 y obras turísticas en los Saltos del Moconá.
Es poco como “reparación histórica” y mí- nimo en comparación con los recursos que puede perder Misiones si prospera la embestida de María Eugenia Vidal para birlarle fondos a las provincias a través de una “actualización” del Fondo del Conurbano, que significará una masa de recursos de 53 mil millones de pesos este año que irían a engrosar las arcas bonaerenses en detrimento de los demás estados. Misiones perdería unos 3.275 millones de pesos, más que el presupuesto 2018 destinado a salud pública, que alcanza a 3.016 millones. También es el equivalente a dos masas salariales completas. Dos meses sin pagarle a los estatales para entregar dinero a la Buenos Aires de Vidal.
Por eso cobra relevancia política la decisión de sostener el rumbo y poner nuevamente a la educación y la inclusión social entre las prioridades. La inversión social contrasta con los recursos que se destinan al pago de la deuda: poco más de 500 millones de pesos durante el 2018, lo que demuestra el acierto de las políticas de desendeudamiento que ha tomado Misiones durante la última década. Eso se traduce ahora en un alivio financiero del que no gozan otras provincias. El pago de la deuda representa apenas el 1 por ciento de los gastos totales previstos para el año que viene y el stock de deuda alcanza a menos del 10 por ciento.
No es casual que Misiones sea una de las pocas provincias exceptuadas en un duro informe de advertencia que lanzó la consultora financiera Moody’s por la sobreexposición de las provincias en la toma de deuda en dólares.
Por ahora el problema no es grave, porque el nivel de deuda era bajo. Pero en el corto plazo, habrá problemas para garantizar el repago, advierte Moody’s.
No es la única que muestra preocupación. Un informe de la consultora Bloomberg referido a la deuda de los países no desarrollados, evidenció el altísimo nivel de deuda encabezado por Vidal: desde fines de diciembre de 2015 hasta octubre de 2017, la provincia de Buenos Aires se endeudó por casi 9 mil millones de dólares. Es un número similar a lo emitido por India, el sexto PBI del planeta.
Misiones, en cambio, tiene apenas el cinco por ciento de su deuda todavía en moneda verde. El resto, financiado en pesos y a largo plazo, con una tasa más baja que la inflación, lo que garantiza previsibilidad para todos los misioneros.
Hay así un escenario de tranquilidad en comparación con el resto de las provincias que han salido a emitir deuda en dólares.
En un mercado global volátil y ante la eventual devaluación que haga el gobierno de Mauricio Macri, la Provincia mantiene sus finanzas protegidas y en pesos. Cualquier salto del dólar habrá de multiplicar las deudas de las demás provincias.
La fortaleza económica se explica también por la política fiscal que brinda recursos vitales para sostener algunas políticas.
Lejos de la asfixia que suponen los opositores que repiten el mensaje presidencial de “bajar la presión impositiva”, la economía de Misiones fue una de las primeras en recuperarse de la recesión que duró todo el año pasado. Según la Dirección General de Rentas (DGR) se retomó el crecimiento que se refleja en la recaudación impositiva en los primeros ocho meses del año, cuando subió más que la inflación.
Rentas recaudó $6.386 millones en el período enero-agosto, en el orden del 30 por ciento, cuando la inflación interanual en agosto fue de 23,1% según el Indec. Descontada la inflación, un crecimiento de siete puntos.
El aumento en términos reales de la recaudación de Rentas constituye así el “brote verde” más importante de la economía misionera.
De esta manera, el Estado misionero recupera sus ingresos, que fueron muy golpeados en 2016 y obligaron a practicar una política de austeridad.
Artículo publicado en la edición N° 31 de Revista ENFOQUE