El decreto para declarar «sujeta a privatización» a Aerolíneas Argentinas que firmará el presidente Javier Milei tiene el claro objetivo de agilizar el tratamiento en la Cámara de Diputados porque la ley la obliga a darle preferencia al tema, pero además busca despejar las dudas y remover los reparos que planteó parte de la oposición dialoguista para acompañar la iniciativa.
Al anunciar la decisión del Presidente, el vocero Manuel Adorni precisó que lo hará en el marco del «artículo noveno de la ley 23.696, llamada Ley de Reforma del Estado». Esa cláusula establece que cuando el Ejecutivo declara «sujeta a privatización» una empresa pública debe ser aprobada por una ley del Congreso y «tiene trámite parlamentario de preferencia».
De esta forma, el Gobierno busca apurar la discusión que ya empezó el último miércoles en las comisiones de Transporte y de Presupuesto y Hacienda pero que tuvo una demora no deseada por el oficialismo. En la oposición dialoguista hay un consenso amplio sobre la privatización de Aerolíneas, pero en esa primera reunión varios plantearon reparos sobre el procedimiento.
El bloque Encuentro Federal que encabeza Miguel Pichetto y parte de la UCR fueron tajantes en su reclamo al Gobierno para que presente las condiciones y metodología para la privatización. Ahora, el decreto podría despejar esas dudas, aunque el anuncio del Gobierno es interpretado en la Cámara baja apenas como una señal y las primeras reacciones dan cuenta de que aún hay todo un debate por delante.
Privatización de Aerolíneas Argentinas: ¿cuál es el objetivo del anunciado decreto de Milei?
Una de las primeras evaluaciones que hicieron en la oposición dialoguista tras el decreto es que «ratifica la clara voluntad del Ejecutivo de privatizar, lo cual es importante y esclarecedor». Sin embargo, aclaran que se trata de un paso más bien de un burocrático que no se había cumplido: el Congreso empezó a discutir sin tener primero el decreto presidencial, como manda la ley citada por Adorni.
«Ahora resta que el Congreso apruebe», agregó una fuente parlamentaria ante iProfesional. Es decir, el camino a recorrer por el Gobierno, que luego de ver frustrada la privatización con la Ley Bases volvió a la carga con el tema en medio del conflicto entre la aerolínea estatal y los gremios, sigue siendo el mismo.
No obstante, el anuncio del decreto no deja de ser una señal del Gobierno a los diputados, en busca de blindar un consenso mayoritario. Por caso, el radical Fernando Carbajal había reclamado en las comisiones que primero el Ejecutivo dictara el decreto para declarar «sujeta a privatización» a la empresa y que se aclare «cuál es la propuesta de privatización».
El diputado, que integra el grupo más crítico de Milei en el bloque UCR, agregó que apoyarían «mejorar el servicio» -principal argumento del oficialismo y el PRO- y que no tienen «anteojeras ideológicas» pero no le van a «firmar un cheque en blanco» al Gobierno.
Algo similar señaló Nicolás Massot, de Encuentro Federal, quien señaló que están de acuerdo con la privatización pero reclamó «todo el detalle posible sobre la forma que piensan darle a esta privatización», si avanzarían con un «desguace», con una venta total del capital accionario o una parcial. Fuentes del bloque de Pichetto señalaron a este medio que no quieren una ley liviana que le permita al Ejecutivo «hacer lo que le plazca».
El Gobierno busca consenso, pero la oposición dialoguista se divide
El cumplimiento de la norma más conocida como «Ley Dromi», en homenaje al ex ministro Roberto Dromi (que fue el rostro de las privatizaciones del menemismo y ahora asesora a Milei en el tema) intenta atender un planteo de los diputados cuyos votos son clave para el oficialismo, pero deja abierta la modalidad y las cuestiones que plantea Encuentro Federal.
En el artículo 10, por ejemplo, la ley establece que la declaración de «sujeta a privatización» puede referirse «a cualesquiera de las formas de privatización, sea total o parcial». Respecto de las alternativas, procedimientos y modalidades, la ley señala que se establecerán en «el decreto de ejecución» de la privatización, una vez que el Ejecutivo tiene luz verde para avanzar.
De esta forma, al decreto de Milei igualmente le seguirá una discusión sobre las condiciones y allí empieza a haber diferencias entre los bloques. En el de Pichetto el anuncio del Gobierno tuvo gusto a poco. Creen que el Gobierno apura la privatización solamente porque «no puede o no sabe cómo resolver el conflicto gremial», según deslizaron a iProfesional.
Al respecto, el diputado Oscar Agost Carreño advirtió que el Gobierno «debería definir con claridad qué quiere hacer, mostrar lo auditado en estos 10 meses, explicar su plan al Congreso y lograr que la sociedad y los legisladores se convenzan de que es el camino correcto» porque «no saber cómo resolver una discusión salarial con los gremios no puede determinar la estrategia sobre qué hacer con la aerolínea de bandera».
En cambio, en el bloque de la UCR que preside Rodrigo de Loredo se diferencian. Según las fuentes consultadas, una porción mayoritaria considera que hay que autorizar la privatización y «tener apertura sobre las modalidades» porque si se restringe mucho desde el inicio «es difícil que el procedimiento prospere, con las dificultades que ya tiene la empresa».
¿Cómo es el escenario en Diputados para la privatización de Aerolíneas?
El oficialismo tiene chances de conseguir dictamen en el plenario de comisiones con el apoyo de la UCR y de otros aliados incluso si los de Encuentro Federal no lo acompañan, pero los votos de la bancada de Pichetto en el recinto siguen siendo clave para que el Gobierno pueda blindar la aprobación de cualquier proyecto.
La Libertad Avanza, junto al PRO y al MID, parte de un piso de 80 votos y necesita 129 para asegurarse la mayoría. Puede sumar entre 7 y 10 más con otros bloques más chicos. El apoyo de la UCR a la privatización ayuda y mucho al Gobierno, pero la bancada de De Loredo tiene una fractura interna y es poco probable que los 33 diputados voten a favor.
En ese contexto, el bloque de Pichetto que cuenta con 16 votos tendría la llave para la aprobación aunque tampoco están todos a favor: los dos socialistas santafesinos se oponen a privatizar Aerolíneas Argentinas. Así, el Gobierno necesita convencer por lo menos al resto de la bancada y hasta ahora no lo pudo lograr.
La discusión de la Ley Bases dejó un terreno en principio favorable a la privatización de la aerolínea estatal, dado que en Diputados se había aprobado este capítulo. Fue en el Senado donde el oficialismo no logró consenso y decidió retirarlo para no poner en peligro la ley fundacional de la gestión libertaria.
Sin embargo, ahora la discusión pasará por la forma y el procedimiento, más allá del decreto que declara «sujeta a privatización» a la compañía. La clave pasará por la evaluación que hagan los bloques sobre el plan concreto del Gobierno para Aerolíneas Argentinas. Además, si pasa Diputados luego seguirá el trámite en el Senado, mucho más difícil para el oficialismo.
La postura del Gobierno frente a los planteos de la oposición
Tras el anuncio del Gobierno, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, sostuvo en declaraciones periodísticas que en la década de 1990 «se reemplazó un monopolio público por uno privado» y lo que quieren hacer ahora es totalmente distinto».
Al respecto, remarcó que el objetivo del Gobierno es lograr una «mejora en la conectividad, en el servicio y sobre todo en los costos». El funcionario subrayó que hay una «necesidad de abaratar costos en lugares donde Aerolíneas viene siendo totalmente monopólica». Mencionó provincias como Catamarca -de donde es oriundo- y Tierra del Fuego.
Sin embargo, al ser interrogado sobre si el decreto establecería las condiciones para la privatización y el procedimiento, Mogetta fue ambiguo. «Los procesos son diversos», señaló. Seguidamente, sostuvo que «lo que se va a discutir es en qué medida y qué rol puede llegar a tener el Estado si queda con una participación o si queda 100% de participación privada».
De esta manera mantuvo abiertas las opciones y obvio precisar un mecanismo, como reclaman los diputados dialoguistas. El funcionario señaló que «no hace a la diferencia en lo que es la necesidad de dar mejor servicio a menor costo».
Por esa razón, tras el anuncio los diputados esperan ahora a ver el decreto de Javier Milei para continuar con el debate sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas. Recién entonces podrán empezar a tener un panorama más claro para su eventual votación. La idea tiene consenso, pero no el suficiente y los detalles de la operación son clave para la discusión parlamentaria que viene.
Fuente: Iprofesional