Por pimera vez desde la asunción del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el Mercosur y la Unión Europea ( UE) se reunirán a principios de marzo, y aunque la postura del bloque sudamericano está bastante consensuada, las dudas giran en torno a la posición que tendrán los negociadores europeos, quienes en las últimas rondas del 2018 no mejoraron las ofertas, especialmente en el capítulo de los bienes.
Fuentes del Mercosur señalaron a BAE Negocios que en el transcurso de febrero habrá una serie de encuentros y conversaciones intrabloque, para definir «tema por tema» el planteo global que elevarán en marzo, en sede a definir. «Lo que se habló con el nuevo gobierno de Brasil es hacer un intento importante. La posición concreta la veremos en febrero, antes de reunirse con la UE», agregaron.
«Las conversaciones están muy difíciles. La UE tiene poco margen para ser flexible teniendo en cuenta la ola de populismo que hay en Europa», señalaron las fuentes. El bloque sudamericano reclamó a su contraparte que mejore las ofertas agrícolas, por ejemplo en el caso de la carne vacuna, el azúcar y el etanol, pero la respuesta hasta ahora ha sido negativa. En este marco, el Mercosur considera que no puede seguir haciendo concesiones para una mayor apertura en bienes industriales, admitieron las fuentes.
Los cuatro países sudamericanos coinciden en que la UE no muestra flexibilidad y «se puede perder la oportunidad como en 2004». Para el Mercosur, el comisario de Agricultura, Phil Hogan, mantiene una posición casi cerrada por la defensa de los intereses agrícolas y no facilita los avances, a diferencia de otros referentes de la Comisión Europea. Así la situación, el clima es de extrema cautela para un avance importante este año.
Uno de los focos está puesto en la cuota ofrecida por el bloque europeo para la importación de 99.000 toneladas de carne y 150.000 de azúcar por año procedentes del Mercosur, que es considerada «limitada» y un pedido para que no se apliquen aranceles dentro de esa cuota. «De parte del Mercosur, la disposición es total. Hay avances en esta negociación y nos aproximamos mucho a los intereses manifestados por la UE», agregaron.
Los dos bloques llevan casi 20 años negociando el acuerdo y, aunque a ambos lados del Atlántico expresan su interés en cerrarlo próximamente, quedan por resolver cuestiones relativas al acceso de productos, reglas de origen, lácteos, indicaciones geográficas, patentes, entre otros. Además, las 99.000 toneladas de carne que fueron ofrecidas verbalmente por la UE, no constan en ninguna oferta escrita porque los agricultores no quieren más de 70 mil toneladas.
Fuente: BAE Negocios