Ellas son productoras, son todas mujeres, son misioneras y llevan adelante la cooperativa Nueva Esperanza de San Pedro, que inició con la producción de vinagre en el año 2005 y hoy venden sus productos en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y otras provincias. También producen licores y ahora lanzaron aderezos de la misma marca. «Tenemos una producción de unos 4 mil litros de vinagre por año. Buscamos aumentar esa producción y nuestra meta es llegar a otros países», contó Lorena Mielnichuk, una de las diez socias activas que integran la cooperativa que comenzó a funcionar como tal en el 2011.
La producción de vinagre fue la primera en salir al mercado, luego los licores y ahora aderezos de frutas nativas. Además comenzaron a trabajar con las semillas de las frutas para elaborar los plantines.
Cuando iniciaron, nunca habían imaginado llegar tan lejos con su producción, reconoció Lorena. «Estamos más que orgullosas de nuestro trabajo», afirmó. Es que claro, cocineros conocidos nacional e internacional, como Germán Martitegui y Dolli Irigoyen, utilizaron sus productos.
En una entrevista con ENFOQUE Lorena se muestra orgullosa, pero sobre todo agradecida, tanto de sus compañeras con quienes vienen llevando adelante este proyecto, como de todos aquellos que ayudaron para potenciar el trabajo de estas mujeres.
En ese sentido nombró al proyecto Uso Sustentable de la Biodiversidad (USUBI) que «nos ayudó con insumos, con las etiquetas y acompañamiento constante con nuevas iniciativas como el vivero. Al igual que el INTA y el Ministerio de Agricultura Familiar de la provincia».
Las productoras utilizan las frutas que producen ellas mismas en sus chacras, además de las producciones de los vecinos, y otras frutas sacan de los montes.
Actualmente producen unos 400 litros de vinagre al mes, dependiendo de la cantidad de frutas, ya que todas las que se utilizan son estacionales. «Siempre tratamos de hacer la mayor cantidad posible para no freezar la fruta, porque más allá de que se conserve el sabor, preferimos hacerlo con la fruta fresca», señaló.
Los vinagres son de yerba mate y frutas nativas como pitanga, jacaratia, jaboticaba, caraguatá, ubajay, siete capotes, ariticum. Además de frutas de la chacra como limón, mandarina, uva, durazno y uno de los premium es el vinagre de palmito y pindó.
«Llegamos a hacer 200 litros en un día y lleva de 40 a 45 días de fermento para que esté listo el vinagre», contó sobre el proceso de producción.
Los productos son comercializados en los aeropuertos de Posadas, de Puerto Iguazú y dietéticas de diferentes puntos de la provincia. Además de otras provincias.
Los aderezos, son los últimos productos que sacaron, y ya están registrados. Iniciaron su producción para aprovechar mejor las frutas. «Fue muy bien aceptado y nos quedamos cortos. Ahora estamos esperando envases de Buenos Aires», indicó.
Los productos llevan la marca de Esperanza vinagres, Esperanza licores. Un botella de vinagre de 250 ml de palmito cuesta $ 250 y los demás $ 220. Los aderezos cuestan $ 250 y vienen en envases de 250 ml; y los licores, en envases de 500 ml, cuestan $ 300.
Nueva Esperanza hace envíos a cualquier destino de la provincia y el país. Los interesados en adquirirlos pueden comunicarse al celular (03751) 15342961.