En medio de una algarabía generalizada por Cambiemos cerró su campaña porteña con la presencia de Mauricio Macri, a quién Elisa Carrió definió como «el mejor presidente de la Historia». Horacio Larreta pidió intensificar la campaña y buscar voto por voto, pero «Lilita» se mostró confiada: «Este triunfo es de todos los argentinos», afirmó. «Los cómplices de la década pasada van a terminar todos presos», advirtió el Presidente.
El microestadio de Ferro fue lugar elegido por el macrismo para su acto de cierre. En el parqué donde brillaron glorias del básquet como Miguel Cortijo o Luis Scola, Cambiemos instaló el ya clásico escenario circular o Town Hall Meeting por dónde pasaron Andy Freire, Larreta, Carrio y Macri.
Los pasajes más fuertes del discurso el Presidente giraron en torno a la corrupción. «Ojo con aquellos que son cómplices de lo que sucedió en la década pasada, ojo con los que creen que desde la política, desde la Justicia, desde el empresariado, desde el sindicalismo se puede ser socio del narcotráfico: van a terminar como los narcos, todos presos, todos presos», alertó el Presidente.
Freire actuó como maestro de ceremonias y tuvo mayor protagonismo que en el anterior acto en Caballito. La cabeza de lista de legisladores de Vamos Juntos invitó al escenario a su jefe político quien adelantó que «la meteorología» acompañará el próximo domingo. Larreta insistió con la apelación a aquellos que no sufragaron en agosto.
«Algunos no fueron a votar. Pero cada voto puede ser un diputado más para terminar con la impunidad y la corrupción», explicó el jefe de gobierno. «Entre los que no nos votaron hay muchos que coinciden con nosotros en los principios básicos», intentó seducir Larreta.
Carrió fue la siguiente en subir al escenario y dio la vuelta para saludarse muy afectuosamente con Mario Negri. A Ernesto Sanz, en cambio y a pesar de tenerlo enfrente ni siquiera lo miró. «Lilita» estuvo encendida y se tomó con humor su traspié en el debate porteño, donde hizo una ensalada con los nombres de sus compañeros de lista y hasta olvidó cómo se llamaban algunos candidatos que son de su entorno íntimo. «No voy a nombrar a nadie porque después invento candidatos que no existen», bromeó.
La diputada hizo un repaso de su carrera y deseó que el domingo «salga lo mejor» de los votantes contra «las mafias, las patotas y la prepotencia» y con solo nombrar a Julio de Vido generó el mayor estruendo de la tarde. «Qué champagne, qué caviar», celebró Lilita.
Sin ponerse colorada, «Lilita» aseguró que Macri es «el mejor presidente de la historia» y no le tembló el pulso para adelantar una victoria el próximo domingo «este triunfo es de todos los argentinos sobre el miedo».
«Qué el domingo te encuentre victoriosa», le deseó a María Eugenia Vidal y a su «secretario (sic)», de quien olvidó el nombre. Se trataba del jefe de Gabinete, Federico Salvai.
También rogó por una victoria de Cambiemos en Santa Fe para derrotar a Agustín Rossi, a quien tildó de «entregador de a Republica».
«Llegó la hora de sustituir al Che por Mandela y por Gandhi «, cerró Carrió antes de llamar al escenario a Macri y mientras los fanáticos exhibían carteles con la palabra «#lilazo» y agitaban sus banderas argentinas de nylon.
El Presidente habló de «la confianza que se está desparramando por todo el país» y aseguró que «la potencia de un país es cuando cada ciudadano se atreve a soñar y a pelear por sus sueños». Macri aseveró que en la Argentina «se está produciendo un cambio en serio». «Fuimos de verdad los que cambiamos la historia para siempre», se ilusionó con poder decirle a sus hijos.
El final fue un clásico PRO, con pepelitos, globos y música de Tan Biónica y con Macri, Larreta, Carrió, Michetti y Andy Freire en el escenario.
«Estamos seguros que el domingo será el triunfo de una Argentina que no quiere volver atrás. La expectativa y esperanza de cambio no es la de un dirigente o alianza política, sino que les pertenece a una amplia mayoría del pueblo», dijo uno de los jefes de la campaña amarilla, Maximiliano Ferraro a la salida del acto.
Fuente: La Política On Line