Fue un año duro pero positivo», les resumió Mauricio Macri a sus ministros en el la primera reunión de Gabinete, luego de sus vacaciones, que se realizó ayer.
«Hay que explicar que estamos yendo bien y que nos estamos curando como sociedad y como país», dijo el Presidente al tiempo que explicó que «está saltando lo tóxico», en referencia a todos aquellos que durante décadas manejaron los hilos de poder haciendo sus negocios, como por ejemplo los sindicalistas «Pata» Medina, Marcelo Balcedo y el «Caballo» Suarez, entre otros.
Aunque en la Casa Rosada creen que «lo tóxico» no está circunscripto al sindicalismo sino también se encuentra en la Justicia, en el mundo empresario y en la política.
El Presidente está convencido en dar la batalla para quebrar este status quo. «El Círculo Rojo está acostumbrado a la historia cíclica» y por esta razón en el seno del Gobierno creen que los sectores de poder especulan «que el macrismo pasará sin pena ni gloria y así la historia se puede volver a repetir».
Sin embargo, Macri está convencido de la necesidad de sacudir las estructuras de un país adormecido aunque esto implique la caída de personas o instituciones que nadie hubiera imaginado que alguna vez puedan perder el poder que detentan.
En este marco, Macri dio instrucciones muy precisas a su Gabinete: «Tenemos que escuchar mucho y comunicar mucho», es más, la comunicación, que es un resorte exclusivo del jefe de Gabinete Marcos Peña, será uno de los ejes de gestión para este año.
«Estemos más cerca de la gente, escuchemos, expliquemos, tengamos paciencia, seamos austeros…», sintetiza la actitud en materia comunicacional que guiarán los pasos de los miembros del Gobierno. En particular, Macri volvió a pedirles a sus colaboradores «no ser soberbios».
En la reunión también se habló de la oposición. El jefe de Estado rescató el apoyo de las provincias de signo diferente a Cambiemos como Misiones, Córdoba, Entre Ríos, Salta, Catamarca, Tucumán, Rio Negro, Chaco, Tierra del Fuego y Neuquén. Interpretan que la firma del Pacto Fiscal y el apoyo hacia una mejor gobernabilidad responde también a la conciencia de contar con un país mejor para cuando les toque gobernar y reconocen que «esto no ocurría antes». Aunque, también explican que esta actitud responde a la falta de líderes, en particular del peronismo, que pueda constituir una alternativa para 2019.
En este marco, Macri pidió «ser generosos con la oposición», dejando entrever que no descarta convocarlos para tratar temas de políticas de Estado. Por lo pronto señaló que es posible «gobernar con las leyes actuales» y respecto del proyecto de Reforma Laboral -que fue postergado su tratamiento para marzo- «si se aprueba bien y sino seguiremos trabajando». Esas fueron las palabras del jefe de Estado, que completó con «desligar al Parlamento de la administración con las leyes».
Es que Macri está muy conforme con los avances obtenidos en las distintas mesas sectoriales como fue el caso de Vaca Muerta seguido por lácteos, automotrices, forestal, textiles, zapatos, construcciones, entre otros. La metodología es que todos los sectores, empresarios, sindicales y el Estado nacional y las provincias correspondientes se sienten y pongan sobre la mesa las complicaciones que tienen para producir, distribuir y vender. El resultado es que todos los sectores contribuyen cediendo en algo para lograr el fortalecimiento del sector. Si bien este es un paso más lento, según la consideración oficial, el resultado es que se consigue una solución sustentable en el tiempo. De esta manera, el Gobierno que había impulsado el proyecto de una Reforma Laboral ya preanuncia que quizás no prospere esta iniciativa en el Parlamento y apuesta a incentivar las mesas sectoriales.
Para Macri ser un país normal significa, por ejemplo, «que se haya dejado sin efecto la Ley de Emergencia Económica» o que el presupuesto aprobado por el Parlamento sea serio y que será cumplido. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujvone fue el encargado de dar las buenas noticias: anticipó que la economía continúa creciendo (algo que no ocurrirá desde 2010). La inversión aumentó 10% en 2017 llegando al 19% del PBI; los salarios crecieron un 2% real; la pobreza disminuyó del 30% al 28% ; la deuda flotante fue del 1,4% y que este año será 0,8% y se apuesta a recaudar 4 puntos más por sobre el gasto; que el consumo está creciendo al 3% y que el desempleo se ubica en 8,3% , mientras que se crearon 138.000 puestos de trabajo. Finalmente Dujvone culminó la secuencia de buenos indicadores diciendo que «las metas son cumplibles y realistas y ,defendiendo el camino económico gradual emprendido por el Gobierno, enfatizó que «no vamos a mega licuar variables» ante la mirada de aprobación de Macri. En este marco es que Macri indicó que «como pide el Papa, hay que insistir con la cultura del trabajo». Para el Primer Mandatario, recuperar la cultura del trabajo es una prioridad porque, como suele decir, sólo «generando empleo de calidad se va a poder reducir la pobreza».Resumiendo: este año el Gobierno apostará a más dialogo, más cercanía, más austeridad, y a no confiar en leyes salvadoras para avanzar en trasnformar la Argentina.
Fuente: ambito.com