Organizada en forma conjunta por el INYM y por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario se realizó el pasado jueves la IV Jornada de Divulgación Científica “Yerba Mate y Salud”, que contó con la participación de especialistas de distintas partes de la Argentina y también del Uruguay.
Fue precisamente el investigador uruguayo Nelson Bracesco quien sostuvo que, a partir de las numerosas publicaciones de trabajos en revistas de ciencias, “la yerba mate se ubica en las ligas mayores de las investigaciones científicas”. Invitó a sus pares a redoblar la apuesta y a profundizar esas investigaciones, con el objetivo de llegar con más avances al próximo encuentro previsto para el próximo año, en la provincia de Mendoza.
El entusiasmo de Bracesco tiene bases suficientemente sólidas, ya que –por ejemplo- en esta jornada fue presentada la Base Documental de Yerba Mate y Salud que permite acceder (vía internet, en la web www.inym.org.ar ) a 240 trabajos de investigación de todas partes del mundo. Una muestra del amplio interés que despierta la yerba mate pudo observarse en los contenidos de las disertaciones, las cuales abordaron temas tan diversos como la relación del consumo de yerba mate en la composición de la leche materna, o su incidencia benéfica en enfermedades como la diabetes o el mal de Parkinson; sin dejar de lado las ya conocidas propiedades antioxidantes o el aporte que el mate puede efectuar en el combate contra el colesterol malo y en los programas para perder peso.
Se escucharon ponencias realmente novedosas en este nuevo encuentro de yerba mate y ciencia. “Podemos decir que el consumo de yerba mate no tiene incidencia en el contenido nutricional de la leche materna”, afirmó el doctor Elio Soria, de la Universidad Nacional de Córdoba, quien bajo el título “Consumo de yerba mate y composición de la leche materna”, abordó uno de los temas que más llamó la atención; sobre todo por tratarse de una cuestión rodeada de muchos mitos y sin aval científico (quién no escuchó alguna vez a una mujer comentar que le habían “prohibido” tomar mate durante embarazo y el posterior periodo de amamantamiento).
Desde la Universidad Juan Agustín Maza, de Mendoza, arribó el equipo integrado por el licenciado en nutrición Diego Messina y el bioquímico Rafael Pérez Elizalde. Desde hace unos años su trabajo va sumando elementos que demuestran el efecto favorable de la yerba mate con relación al control colesterol y al descenso de peso; obviamente si el involucrado realiza una plan que incluya actividad física y una dieta ordenada. “Podemos decir que es recomendable una mateada diaria, con un litro de agua y 50 gramos de yerba para aquellas personas que están en un programa de reducción de peso”, recordó Messina.
“Coincidimos en que la yerba mate no es un remedio, es un alimento con múltiples propiedades que estamos descubriendo y que aportan mucho a nuestro bienestar a nuestra salud”, subrayó Bracesco sobre el cierre del encuentro, tras efectuar una actualización de las investigaciones sobre yerba mate en territorio charrúa.
Fueron varias horas de ponencias, que una tras otra sumaron nuevas evidencias de que la yerba mate es un producto sano, natural y que hace bien.