A menos de un mes de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) que definirán los nombres que se presentarán en las urnas el próximo 22 de octubre, la voz de los candidatos es de las más escuchadas y con mayor licencia de análisis, tanto por parte de sus pares como de los medios de prensa o del ciudadano de a pie.
Y este último es sin dudas el dueño de las más agudas observaciones, y quien arroja las mejores conclusiones en la mesa de análisis, por varios motivos. En primer lugar es el campo de acción donde luego se ejecutan (o no) las plataformas de campaña y, suceda lo que suceda es, fundamental y esencialmente, quien convive con los resultados.
Es por eso que, en los últimos años, la lupa del ciudadano común ha corrido su eje de observación. Las promesas de campaña, las críticas al adversario, el espejo roto o el discurso negativo, han bajado notablemente la cotización en la bolsa de valores de los dueños del voto. Al que ejecuta ese derecho le ha subido sabiamente el precio a su apuesta. Ha dejado de creer en lo que escucha y ha virado su atención hacia lo que ve, lo concreto y palpable, que es lo que define su elección en la soledad del cuarto oscuro.
Es que, en definitiva, lo que busca el elector es un dirigente que lo represente, que lo defienda, y que demuestre solidez a la hora de dar batalla. Sobre todo en estos tiempos en que «la cosa no está fácil» como lo repite el gobernador Hugo Passalacqua.
«La cobardía política es inadmisible en estos tiempos» sentenció el primer mandatario provincial durante su discurso de inicio de sesiones ordinarias del 1º de mayo, llamando al pueblo a seguir defendiendo el modelo misionerista, manteniendo con la Nación una relación de respeto mutuo sin «obediencia debida», concepto de base del Frente Renovador, que dirige los destinos de la provincia desde hace casi catorce años.
Y esta línea de pensamiento es (y siempre ha sido) la base sobre la que se sostiene Maggie Solari Quintana en las diferentes intervenciones que ha tenido con la prensa desde el inicio de campaña. Y desde antes también.
«No somos una alianza electoral, somos un frente que se armó para la construcción de políticas de Estado, con un conductor, Carlos Rovira, con una clara e inteligente visión al respecto», aclara esta renovadora de primera hora, que sostiene su campaña con base en los hechos que, sin dudas, dan fe a las palabras, y defiende el «misionerismo» a ultranza que, según declara, «es una evolución de la propia renovación y de nuestra permanencia en el gobierno»
Respecto de la fórmula que ha llevado a la Renovación a mantenerse durante tantos años en el gobierno, su respuesta es contundente: «tenemos políticas claras para los distintos sectores, y cada vez que aparecen problemáticas nuevas nos sentamos a buscar soluciones para la gente. El ejemplo de ello es nuestro gobernador, que se reúne permanentemente con la gente afectada para atender a sus necesidades»
Quedan pocas semanas para que los misioneros decidan sobre quiénes se presentarán en las elecciones de octubre. La actual Presidente del Parque del conocimiento sostiene que «es necesario mantener el diálogo con la gente, de manera directa, cara a cara, como lo hemos hecho siempre durante más de una década, porque es el único camino genuino, para que el pueblo siga depositando su voto de confianza a este espacio misionerista de construcción política»