El índice de pobreza alcanzó en el segundo semestre del 2016 al 30,3% del país, lo que implica alrededor de 12,7 millones de personas, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El dato se ubica por debajo del 32,2% del segundo trimestre del mismo año, ya que los datos del primer semestre no son completos porque la medición aún no se había reestablecido en el primer trimestre.
Dentro de este 30,3% de pobres, hay un 6,1% que son indigentes, es decir, cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad de alimentos suficientes, también por debajo del 6,3% de la medición anterior.
La baja de la pobreza equivale a 800 mil personas que dejaron esa condición entre el primer semestre del año, cuando se reanudó la medición de la pobreza, y este dato del segundo semestre.
A fines del año pasado, una pareja de un hombre de 35 años, una mujer de 31, y dos hijos de 6 y 8 años, requería de 13.155 pesos al mes para comprar la Canasta Básica Total, y no caer por debajo de la línea de la pobreza, o 5.458 pesos para comprar la cantidad mínima de alimentos y no entrar en la indigencia.
Antes de que se dieran a conocer las cifras, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sostuvo que la pobreza «puede bajar en los próximos dos años y ubicarse entre el 20 y el 25 por ciento», es decir unos ocho puntos menos aproximadamente, y reiteró que si se analizan distintos sectores de la economía argentina, se observa «un crecimiento del salario real este año».
«La pobreza medida por ingresos puede bajar en los próximos dos años. Puede estar entre el 20 y el 25 por ciento en no tanto tiempo», indicó Dujovne en declaraciones al canal de noticias C5N.
Dujovne consideró que «hay que construir estructuralmente una sociedad con menos pobreza», y señaló que «el empleo lleva un trimestre de recuperación aunque existe una descorrelación entre el momento económico y el momento político que estamos pasando».
La difusión de estos datos, y su correlato ahora con los índices de Pobreza e Indigencia, se había interrumpido a mediados del 2013. En aquel momento, las estadísticas correspondientes al primer trimestre de ese año señalaban que solo el 4,7 por ciento de los argentinos era considerado pobre, y entre ellos, el 1,4 por ceinto era indigente.