Trabajadoras del sector público y privado recibieron el premio “Marta Teodora Schwarz”, instituido por la Cámara de Representantes para reconocer y homenajear a mujeres que hicieron aportes significativos al servicio de salud, desde sus profesiones, y a partir de rasgos de la personalidad como la solidaridad, capacidad de entrega y de empatía con el otro.
La distinción, que es acompañada de la estatuilla “Ángel de la Selva”, fue entregada a la médica pediatra Liliana Beatriz Chumen de Wanda; a la enfermera Blanca Cuevas de Puerto Iguazú; a la médica cirujana Laura Rosa Fritd de Posadas; María Eva Gómez, médica pediatra de Posadas; y a Graciela Krieger, médica cirujana de Leandro N. Alem.
También la recibieron Sonia Lindstrom, docente y presidente del Hogar de Madres en tránsito de Oberá; Norma Beatriz Miño, licenciada en Trabajo Social de Posadas; Rosa Beatriz Rastopolo, empleada del ministerio de Salud; Ana Catalina Robledo, empleada del IPS; Mabel Rodas enfermera de Campo Viera; Silvana Itatí Salvatierra, médica clínica de Posadas; y Norma Vicente, médica pediatra de Eldorado.
Presidieron el acto el presidente de la comisión de Salud de la Legislatura, Chas Roubineau; el ministro de Salud, Walter Villalba; el subsecretario de Atención Primaria, Martín Cesino; el presidente del Instituto de Previsión Social, Carlos Arce; y los legisladores Carlos Báez y Claudia Gauto. Participaron también otros legisladores provinciales, funcionarios de los Poderes Legislativo y Ejecutivo; y familiares y amigos de las mujeres premiadas.
El Ángel de la Selva
Marta Teodora Schwarz nació el 8 de marzo de 1915 en Buenos Aires. Fue la primera y única mujer médica subsecretaria de Salud, y más tarde ministra de Salud Pública de la provincia de Misiones. Luego de ese cargo se dedicó de lleno a la dirección del Hospital de Puerto Iguazú, que hoy lleva su nombre.
«La salud no puede practicarse detrás de un escritorio», dijo cuando renunció para atender en su casa y fue ahí que recibió el apodo «el Ángel de la frontera» primero, y más tarde, «el Ángel de la selva».
Cuando dejó la función pública, atendió a turno completo en su consultorio y fundó una asociación civil que lleva su nombre y que sustenta una guardería para niños de escasos recursos. Murió el 29 de marzo de 2005, a los 90 años.