Por Santiago Tristany
Licenciado en Psicología
Los hurtos por parte de empleados, ya sea quedarse ocasionalmente con “pequeñas sumas” o un meticuloso y orquestado esquema de malversación, cuestan a los negocios estadounidenses más de 50 billones de dólares anuales.
Pero el engañar, usualmente comienza con lo pequeño. Así lo explica una investigación publicada en Psychological Science (*) en la que se sugiere que cultivar sentimientos de gratitud puede motivar a los empleados a contentarse con lo que tienen.
Investigaciones anteriores han mostrado que los sentimientos de gratitud pueden incrementar el autocontrol, promoviendo el intercambio igualitario de recursos y, mejorando nuestra habilidad para decidir financieramente cuando involucra postergar las gratificaciones para tiempos futuros. También que la gratitud promueve la formación de vínculos entre personas así como bienestar psicológico. Las investigaciones previas también habían mostrado que la gratitud incrementa nuestros esfuerzos por devolver el pago a los benefactores que nos hayan ayudado previamente.
El texto menciona que ya el estadista y filósofo romano Cicerón había dicho no solamente que la gratitud es la virtud más noble, sino que es la virtud de la que las otras dependen. La gratitud funcionaría como una virtud orientadora o guía, un mapa de navegación, una “fuente” que promueve acciones morales fuera del dominio del intercambio, acciones que son caracterizadas por la necesidad de resistir la tentación de satisfacer una urgencia egoísta de gratificación inmediata. En esta investigación se propusieron verificar empíricamente que ciertas virtudes morales pueden ser fuentes desde las cuales otras virtudes fluyen.
Para el análisis, los científicos sociales se focalizaron en la tentación de hacer trampa, tanto en el contexto en el que hacerlo ofrecía un camino para evitar una tarea onerosa y, otra como camino para obtener más dinero del que realmente merecía en un juego de suerte (azar). Estas situaciones –explican los autores- presentan dilemas morales que confronta el deseo de placer o el de encuadrarse en las universalmente aceptadas normas de conducta honesta. Los investigadores predijeron que el sentimiento de gratitud –como mediador de estas situaciones- debería reducir el engaño en ambos casos.
Los resultados indican que, en el primer experimento donde debían evitar una tarea onerosa, el 2% de los participantes con sentimientos de gratitud cometieron trampa, y el 16% de los otros participantes cometieron trampa. Esto significa que, “el hacer trampa” se reduce un 87,5% cuando se trata de participantes que tienen sentimiento de gratitud, comparado con los otros participantes.
En el segundo experimento, donde los participantes podían obtener un dinero que no merecían, de los que tenían sentimiento de gratitud el 27% engañaron con el dinero, sin embargo entre el 45% y el 53% de los otros participantes engañaron con el dinero. Esto significa que entre los que tenían sentimientos de gratitud hubo un 40% y un 49,05% menos de trampas respectivamente comparados con los otros.
Podemos observar que son números muy importantes, especialmente cuando se intenta reducir las situaciones de corrupción en organizaciones o instituciones complejas con gran cantidad de agentes. Debemos aclarar que el sentimiento de “felicidad”, también un sentimiento positivo, fue analizado del mismo modo pero no produjo esta reducción en las situaciones de trampa.
Vemos, pues, que si bien tal como entendemos los sentimientos positivos como la felicidad mejoran la motivación, el rendimiento y el bienestar general de los agentes en una organización, el sentimiento de gratitud facilita el control de los impulsos, cuando lo que se presenta es una situación dilemática que pone en riesgo la integridad de la conducta desde el punto de vista moral… y delictivo, por supuesto.
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(*) DeSteno, D., Duong, F., Lim, D., & Kates, S. (2019). The grateful don’t cheat: Gratitude as a fount of virtue. Psychological Science. https://doi.org/10.1177/0956797619848351. Link: http://www.davesdesteno.com/journal-articles/the-grateful-dont-cheat-gratitude-as-a-fount-of-virtue-pdf