Escribe Ivana Roth
GretaThunberg, Viernes por el Futuro, movimientos indígenas y por la tierra… El mundo entero habla de la situación alarmante y la urgente necesidad de dar respuesta a la crisis… que no es sólo climática sino económica y de la salud de los pueblos.“En este contexto de movilización y reclamos… aparece el modelo de desarrollo y de civilización dominante como la principal causa de esa crisis”, nos cuentan Fabio Orué y Mario Elizaincin, dos contadores con visión crítica de su tarea. Que integran además: la Fundación Desarrollo Colaborativo (FUDECO) -desde donde parte el Proyecto Colmena, de Economía Colaborativa con implementación de criptomoneda aplicada a la gestión de residuos- y la cooperativa
Sin embargo, detrás de Colmena hay conceptos que nos interesa profundizar.
– Esto de la crisis global… ¿Cómo llega a implicar a la economía?
Fabio: La economía en su definición más tradicional es la ciencia que estudia las relaciones sociales que afectan a los procesos de producción, distribución, consumo e intercambio de bienes y servicios. A partir de allí, la ciencia económica generó interpretaciones de cómo las personas actuamos… Pero esas interpretaciones estuvieron cargadas de sesgos y manipulaciones… que a su vez fueron generando hipótesis, normas y leyes que forman parte de la teoría económica hoy vigente. Una teoría que en sus inicios no solo contribuyó a generar el modelo dominante, sino que hoy contribuye a perpetuarlo.
Es decir, la economía se presenta como esa ciencia que estudia el comportamiento humano, para poder garantizar que las personas satisfagan sus necesidades y que haya redistribución de los recursos. Pero evidentemente ha fracasado en este objetivo, y este fracaso tiene que ver con que sus bases científicas están erradas. La teoría no es neutral.
Mario: En una primera etapa la economía estaba en el ámbito de la filosofía. En su afán de vestirse como ciencia, busca igualarse a las disciplinas más duras, como ser la física neutoniana, la biología. Y en este afán de erigirse como ciencia, crea modelos, para representar conductas del ser humano. En este camino parte de una premisa reduccionista: universaliza comportamientos, como si fueran constitutivos a todas las personas. Ahí es donde crea un homuseconomicus, un hombre egoísta, racional y maximizador de los beneficios. En base a esta premisa, crea todas sus teorías posteriores.
Las economías reduccionistas son una de las principales causantes del sistemas de producción y consumo que tenemos hoy en día y que venimos sosteniendo desde el siglo XIX..**. ¿Cuál es su característica? Extractivista, contaminante, destructiva.
– Y ahí es donde empieza a verse la necesidad de deconstrucción…
Fabio: Es que ante el panorama de crisis global, la gente empieza a preguntarse… ¿cómo es esto de que la economía se ocupaba de nuestro bienestar… y nos está llevando a esto? Evidentemente esta ciencia algún problema tiene, ya que no está dando respuestas. Se empieza a replantear la teoría económica. Este cambio climático y global ha hecho tambalear a la economía como ciencia. Ha hecho que los pueblos empiecen a sospechar de la eficiencia de la teoría económica. Y por otro lado, la ciencia, el mundo académico está diciendo: la economía como ciencia… tiene una visión obsoleta. Surgió en el siglo XVIII, justo cuando se estaba formando el paradigma científico dominante… que incidió sobre todas las áreas, la economía incluída. Lo que el mundo científico y académico está denunciando hoy es que la economía como ciencia debe revisarse, ya que el paradigma científico que le dió origen hoy está obsoleto. Se denuncia su ineficiencia.
– ¿Esto explica el surgimiento de Nuevas Economías?
Fabio: Así es. De esta unión…. De la ciencia y de los pueblos, empiezan a surgir corrientes económicas denominadas nuevas economías. La clave para entender esto es que el paradigma económico dominante está relacionado a la visión fragmentaria, mecanicista, lineal y determinista, característico del siglo XVIII. En cambio, la visión sistémica -que se está recuperando-, es la que está inspirando nuevas teorías económicas, del “Buen Vivir”, la economía colaborativa. Que no son solo filosóficas, sino que ya están empezando a generar fenómenos. Hoy ya se habla de que hay otra economía en acción. Hay personas que están generando fenómenos económicos que están fuera del circuito tradicional.
Mario: Neuton postulaba la naturaleza competitiva del hombre. En oposición a eso, se valora hoy la naturaleza cooperativista y de ahí surge la economía del bien común. Al romper con el principio de que el ser humano es egoísta… aparece la economía solidaria. Aparece la economía circular, la economía azul (que busca imitar los ritmos de la naturaleza, partiendo de la idea de que en la naturaleza nada se desecha). Son formas de pensar y actuar que podríamos tomar como el producto de la evolución de la conciencia del ser humano. Un ser humano que empieza a salir de su individualidad y empieza a abarcar cada vez a más personas y seres…
– Esto ya lo decían los pueblos originarios…
Mario: Claro… se inspira en gran parte en la cosmovisión de los pueblos originarios, que todos somos uno y todos somos naturaleza.
Fabio: Se está promoviendo otra visión de la economía. Se están deconstruyendo algunas normas individualistas y teorías como las del homuseconómicus. Hoy hay todo un encuentro de sectores que dan otro mensaje y están demostrando que los humanos somos diversos. Y que por esencia somos seres asociativos y comunitarios. De estas deconstrucciones de la economía surgen otras propuestas.
No solo decimos que es posible, sino que otra economía está en acción.
– ¿Y qué pasa en Misiones?
Fabio: En Misiones se está dando un feliz encuentro entre espacios académicos y sociales para germinar alternativas de desarrollo. Se ve en los espacios de reflexión que venimos sosteniendo en la Universidad (los “Encuentros de Buen Vivir”). En Jornadas en la Cámara de Representantes. Y también en proyectos concretos, como el Proyecto Colmena, de gestión colaborativa de residuos. Que busca retribuir al vecino con una moneda virtual no especulativa, una criptomoneda. Se apuesta así a dar una dinámica diferente a la economía local, apostar a otro sistema monetario… Y por otro lado se genera todo un proceso económico en torno a la gestión de residuos. Estamos felices porque este proyecto ya se va a empezar a ejecutar en noviembre en Campo Viera con el apoyo del Ministerio de Industria de la Provincia.
Artículo publicado en la edición N° 50 Revista ENFOQUE