Cristian Klingbeil, de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones, pintó un panorama preocupante para los productores yerbateros de la provincia. Reiteró que no se pagan los precios pactados y que no han encontrado soluciones a problemas añejos.
“No podemos lograr que se pague el precio oficial. Con suerte se paga la mitad. Las zonas Sur y Norte no tienen problemas. Pero en la Centro (de Alem a San Pedro, y Jardín América) hay secaderos que pagan 2,80 pesos por la hoja verde y hacen firmar los 6,30 a los colonos”, dijo el dirigente en una entrevista con FM Enfoque 89.7 de Campo Grande.
“En el Inym (Instituto Nacional de la Yerba Mate) se cambió la fiscalización, pero no hemos podido ver resultados. Nación se había comprometido a mandar a la Afip. Sin embargo, no la hemos visto. Tampoco apareció Rentas”, aseguró.
“Todavía no empezamos a hablar el tema precio en la yerba. En febrero o marzo se tiene que charlar del tema y ver la grilla de costos. Creemos 50 centavos de dólar por kilo de hoja verde estaría bien. En cuanto al té, el precio debería estar en los 12 o 13 centavos de dólar”, consideró.
Klingbeil dijo, sin dudar, que por las múltiples promesas que recibieron, “2017 fue un año de mucho cuento”.
“Rentas nos sorprendió con medidas en las que querían aumentar impuestos a los secaderos y prestadores de servicios. Y desde los secaderos dijeron que eso lo iban a trasladar a los productores. Pero, hasta donde tengo entendido, habían vuelto hacia atrás con esa decisión”, comentó.
Para el dirigente, “el sector productivo misionero está al límite, no soporta un impuesto más. De nuestra producción se recaudan millones de pesos y nosotros no vemos los beneficios, ni siquiera en los caminos que conducen a las chacras”.
Cristian Klingbeil, Apam
Sobre el recién llegado 2018, fue pesimista: “Expectativas tenemos muy pocas. El 7 de diciembre pasado nos reunimos con gente de los ministerios de Agroindustria y Producción de la Nación y del Plan Belgrano. Nos dijeron que a Macri le interesa la producción tealera, que está dentro de las 20 más tenidas en cuenta, pero con un proyecto a cinco años. Ahí fue unánime nuestra postura, no podemos aguantar a cinco años. Necesitamos medidas urgentes. Aún no hubo nada”.
Admitió que “no hay ánimo de los productores para salir a protestar. Los jóvenes no quieren seguir con las chacras. Hay menos trabajo porque hay gente que dejó de producir”.
Pero no todas son malas. Al menos el clima dio un respiro. “La lluvia trajo alivio, sobre todo en la zona Sur. Había sectores en el que temían perder sus plantaciones. Hasta productores que tienen yerbales viejos estaban preocupados por la sequía”, remató el dirigente.