La empresa familiar con más de cuatro décadas en la actividad, acopia anualmente más de 13 millones de kilos de té y genera empleo a cerca de 200 productores. El 10 por ciento de su producción lo exporta a Chile.
(*) Todo comenzó en la década del ´70 cuando la familia Klimiuk decide forjar un nuevo camino y dar inicio a lo que es hoy el establecimiento tealero Klimiuk Hermanos, con su sede central en el municipio de Campo Viera. Un emprendimiento familiar que tiene al frente de la empresa al joven Jhony Klimiuk (29), luego de que en 2009 su padre decidiera dar un paso al costado, dedicarse a la ganadería y el comercio y entregar las riendas del negocio a tres de sus hijos.
Ocho años después, el establecimiento posee más de 800 hectáreas para la producción de té y genera empleo a cerca de 200 personas. El acopio anual de materia prima está arriba de los 13 millones de kilos al año: “De los cuales el 10 por ciento se exporta a Chile y el 90 por ciento restante al mercado interno para las principales empresas que hoy exportan”, contó a ENFOQUE Jhony Klimiuk, gerente de la empresa tealera.
“Klimiuk Hermanos se inicia después de muchos años de que mis padres estén en el rubro. Ellos vinieron de la zona de Bonpland, de Andrade, se criaron en Leandro N. Alem, son hijos de inmigrantes y vinieron a hacer base primero en San Vicente y luego se trasladaron a Campo Grande, en el Paraje 1º de Mayo, y desde ahí desde los años ´70 siempre se dedicaron a lo que es acopio y materia prima de té, siendo por esos tiempos uno de los principales acopiadores de té verde para una firma importante de Misiones”, relató con orgullo el joven empresario.
Luego de muchos años de esfuerzo y dedicación en la actividad, en 2002 se hacen cargo en Campo Grande de un establecimiento que estaba quebrado, consecuencia de la crisis económica que padeció la Argentina en 2001, tras la salida abrupta del gobierno del presidente Fernando De la Rúa.
“En 2001-2002 mi padre ve la oportunidad de hacerse cargo de un establecimiento que estaba parado, en quiebra y con deudas a productores. Como teníamos una importante cartera de clientes y ya contábamos con maquinaria propia, decidimos alquilar el establecimiento y comenzamos a trabajar con la producción de hoja verde de té. En esos tiempos la familia Urrutia nos dio una mano muy importante, al igual que Casa Fuentes (hoy en mano de capitales ingleses) que nos compraba todo lo que acopiábamos”, describió.
“De 2003 a 2008 -continuó- el sector tealero paso por un momento muy bueno y en ese tiempo pudimos acceder a varios arrendamientos de dos o tres establecimientos más y poco a poco empezamos a generar más confianza en el productor que nos vendía la materia prima y en los productores que nos arrendaban sus chacras y así lentamente fuimos creciendo en volumen”.
Estos años de bonanza económica y posicionamiento en el sector, llevó a que la familia Klimiuk diera un paso más y formalizara la creación de la empresa Klimiuk Hermanos SRL. Adquirieron un establecimiento propio en Campo Viera y los hermanos Félix, Cristian y Jhony se hicieron cargo del negocio en 2009.
Pero no todo fue color de rosas. “Hasta el 2012-2013 la economía fue muy mala para nuestro sector, las tasas de interés para financiamiento eran muy altas, había sobreoferta de materia prima y el dólar estaba planchado. Esto hizo que en 2013, 2014 y 2015 la actividad del té transitara por un período muy complicado y dejó a más de diez establecimientos totalmente parados y afuera del negocio”, recordó.
“Nosotros tuvimos la suerte de poder hacer frente este momento complicado, salimos a endeudarnos y nos despegamos de algunas propiedades que teníamos para salir de ese momento difícil y sostener el negocio y garantizar el empleo a todos los productores que trabajan con nosotros. Así fue que en 2016, después de toda esa tormenta, pudimos sacar todo el té que teníamos en los depósitos”, enfatizó.
“Hoy, después de todos estos años de fortalecernos, de tener nuestro propio establecimiento y de cuidar siempre que el productor cobre lo que corresponde y en tiempo y forma, nos sentimos más que orgullosos de lo que construimos y a la vez estamos muy agradecido a nuestros padres por confiar en sus hijos y darnos la responsabilidad de llevar adelante este negocio familiar”, manifestó Jhony Klimiuk.
El joven empresario dijo que la fábrica es rentable porque trabajan las 24 horas del día y quince días de seguido, descansan un fin de semana y luego continúan trabajando otros quince días más.
El desafió y las proyecciones para el corto y mediano “es agregar valor al producto que elaboramos y adquirir una mayor presencia tanto en el mercado interno como en el mercado internacional”, indicó.
Actualmente Klimiuk Hermanos posee dos establecimientos de acopio de té. Uno en la localidad de Campo Viera (donde está la sede central de la empresa) y el otro en Salto Encantado, en el municipio de Aristóbulo del Valle. Además de dedicarse a la cosecha de té, en invierno se dedican a la cosecha y producción de hoja verde de yerba mate.
(*) Artículo publicado en la edición Nº 24 de Revista ENFOQUE