El Archivo del Estado de Israel autorizó este jueves la difusión de miles de documentos, grabaciones y testimonios clasificados de sucesos ocurridos durante la Guerra de los Seis Días, cuyo 50 aniversario se cumplirá en junio, que arrojan luz sobre la semana que cambió el mapa de Medio Oriente.
El conflicto bélico enfrentó a Israel con Egipto, Siria, Jordania e Irak. Los documentos incluyen conversaciones del gabinete de seguridad en el que los ministros acordaron que la península egipcia del Sinaí y los Altos del Golán sirios podrían ser devueltos en un acuerdo de paz, pero que la ciudad de Jerusalén (cuya parte palestina se ocupó) no volvería a ser dividida, informó la emisora de radio Kam.
También establecían que la Franja de Gaza permanecería bajo control israelí y muestran como el entonces ministro de Trabajo Yigar Alon propuso anexionar a Israel la Ciudad Vieja de Jerusalén en el segundo día de la guerra. Dos años después de la guerra, Finalmente, Israel devolvió el Sinaí a Egipto como parte de los acuerdos de paz de Camp David, y concedió la ciudadanía israelí a los habitantes de Jerusalén Este y de los Altos del Golán.
También aparecen conversaciones del gabinete cuatro días tras el fin del conflicto en las que se deciden que el barrio judío de la vieja ciudadela amurallada debía ser restaurado, para lo cual se expulsaría a los árabes que entonces vivían allí.
Los textos, según analizó el diario Haaretz, muestran cómo el gobierno israelí pasó en solo dos días «del miedo a la arrogancia».
Si bien en un primer momento el entonces primer ministro, Levi Eshkol, y el titular de Defensa, Moshe Dayan, advirtieron sobre la posibilidad de «una masacre» y las limitaciones defensivas, apenas 48 horas más tarde, tras lograr sorprendentes victorias, Dayan afirmó que «en solo unas horas» sus tropas podrían entrar en Beirut (Líbano).
Los textos también muestran cómo se tomó la decisión de ir a la guerra tras la entrada de tropas egipcias en el Sinaí, que violó los acuerdos internacionales.
Debatiendo el destino de la población palestina de Cisjordania y Jerusalén Este tras ser estos ocupados, Eshkol declaró: «Si fuese por nosotros, mandaríamos a todos los árabes a Brasil». A lo que el ministro de Justicia, Yaacov Shimshon Shapira, objetó: «Ellos son los habitantes de esta tierra y ahora vosotros la controláis. No existe ninguna razón para expulsar a los árabes y transferirlos a Irak».
El entonces ministro de Exteriores Aba Eban, advirtió sobre los peligros de ocupar otra población: «Estamos aquí sentados con dos poblaciones: una que goza de todos los derechos civiles y otra a la que se la niegan. Esta imagen de dos tipos de ciudadanos es difícil de defender, incluso en el contexto especial de la historia judía».
El ministro Menajem Beguin, que una década más tarde sería primer ministro, propuso entonces dar a la población ocupada un estatus de residente sin voto durante siete años, en los que Israel debería aumentar la natalidad y la inmigración judía al país.
Fuente: Infobae