En Navidad y Año Nuevo, las playas posadeñas fueron el lugar predilecto para la celebración y el esparcimiento. Poco importó a los bañistas las altísimas temperaturas. Con los protocolos de bioseguridad dispuestos por la comuna, con la utilización de burbujas sanitarias, tanto El Brete como Costa Sur estuvieron a tope de su nueva capacidad (determinada en base a las condiciones de distanciamiento social que deben respetarse). Por la primera pasaron por feriado, entre 1.000 y 1.500 personas y por la segunda, entre 2.5000 y 3.000.
Isaac Villalba, director de Deportes Náuticos, Balnearios y Costaneras de la Municipalidad, se mostró satisfecho por la respuesta de la gente y aclaró que los trabajos aún siguen en la zona de Miguel Lanús.
“Nos encontramos con una costa con poca mantención cuando empezamos la gestión. Era mínimo el cuidado que tenía. Tuvimos que hacer una reestructuración. Trabajamos en conjunto con Planificación Estratégica. Se planteó un proyecto nuevo, para darle otra mirada a la utilización de los balnearios”, explicó en una entrevista con ENFOQUE.
Confió que “en el trabajo se tuvo en cuenta la opinión de los vecinos. Ellos contaron el uso que le daban al espacio, qué es lo que hacía falta. Hubo que poner más iluminación, duchas, fortalecer la infraestructura”.
“El perfil que le queremos dar es el de la total inclusión. Que sean playas abiertas para todos los vecinos. Antes notábamos incluso que a las personas con discapacidad tenían dificultades para acceder a la zona de arena de Miguel Lanús. Había rampas pero sólo llegaban a un sector”.
Villalba destacó que “también es importante la conectividad que se logró con la línea de colectivos que une las playas. Antes, a la salida, muchos consultaban dónde podían tomar el micro y la única alternativa era cruzarse al barrio de enfrente y buscar la parada más cercana. Sólo llegaban quienes tenían auto o aquellos que residen en las inmediaciones. Ahora, desde cualquier punto se puede llegar a Costa Sur”.
Villalba reconoció que “disminuyó la cantidad de bañistas que asisten a la Bahía El Brete. Se han movido muchos hacia Costa Sur. Sin embargo, El Brete tiene su impronta y su propio público”.
Detalló que “en Miguel Lanús aún estamos trabajando en lo que tiene que ver con sombras, con los quinchos. Habilitamos tres baños en la zona (damas, caballeros y discapacitados). Hay espacios para beach handball, beach vóley y calistenia, por ejemplo”.
“Hemos empeñado mucho esfuerzo en el acondicionamiento del sector del río para uso recreativo. En la zona hay un terraplén de contención. De la misma manera hemos trabajado en lo que tiene que ver con el sector del Paraná ubicado después del tramo recreativo. Hubo una articulación con la Prefectura Naval, que determinó qué sectores podían ser utilizados. También con la Entidad Binacional Yacyretá, que llevó adelante una limpieza del cauce, tal como lo hizo en Santa Ana, Candelaria y en Garupá”, agregó el funcionario municipal.
Precisó que “en la zona estaba el ex eucaliptal y había muchos troncos. Con un grupo de guardavidas, se hizo un monitoreo y se marcaron con botellas y tanzas los troncos a sacar. Hubo 150 señalizaciones. En esto también colaboraron buzos de la PNA”.
Villalba resaltó el trabajo articulado con distintas dependencias de la Municipalidad para mantener la seguridad, higiene y limpieza de las playas.