“Estudio sobre las concepciones de infancia en escuela de la ciudad de Posadas. Infancia sin etiquetas”, se titula el estudio que busca conocer las representaciones sobre niñez en el espacio educativo. La directora del equipo de investigación, Silvia Nudelman, profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UnaM, reflexiona sobre las problemáticas que se vislumbran en las infancias, y los detalles del trabajo que están desarrollando con escuelas de Posadas.
El equipo también está compuesto por las docentes Fabiana Silva y Silvana Cardozo, la graduada Gabriela Maciel, y se están incorporando más estudiantes y graduados de las carreras de Comunicación social, Trabajo social y Técnicatura en Investigación Socioeconómica.
El estudio comenzó en 2016 y se encuentran en la etapa de trabajo de campo en la recolección de voces de docentes, directores/as y supervisores/as de escuelas primarias y de nivel inicial de la zona centro y de barrios de la periferia de la ciudad, instituciones de gestión pública y otras de gestión privada.
“Nuestros informantes claves son los docentes, nos interesa en particular escuchar qué tienen ellos para decir, porque sabemos que la institución escuela junto con la familia tienen un rol central en el desarrollo físico psíquico de un niño. Primero la familia, pero también la escuela como institución y los docentes ocupamos un lugar muy significativo en las vida de los niños y de nuestras prácticas dependen también la calidad de desarrollo que ellos puedan tener; entonces creemos que es momento de poner en cuestión esas prácticas, de reflexionar a qué modelo estamos respondiendo y cómo miramos la infancia hoy”, señaló Nudelman.
En el proceso de investigación, como equipo decidieron conceptualizar sobre las representaciones sociales sobre infancia. “Las representaciones son una forma del sentido común. Son construcciones históricas y sociales y nos sirven para manejarnos en el mundo”, definió la docente, y añadió: “Es un conocimiento que se construye socialmente, entonces conocerlo nos dará una idea de cómo ven los docentes a las infancias en estos momentos, por eso se trabaja con grupos focales porque son construcciones colectivas, no individuales y funcionan como orientadores de nuestras prácticas, nos dan las pautas de cómo comunicarnos y relacionarnos en nuestro entorno.
Conocer las representaciones sociales de las infancias nos permitirá empezar a comprender para luego profundizar en la problemática de la medicalización y patologización”.
La problemática
Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD), Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Desorden De Déficit De Atención (ADD), Trastorno del Espectro Autista (TEA) son algunos de los diagnósticos que aparecen dentro de las aulas.
«Estamos preocupados por esta especie de epidemias de diagnósticos que en realidad son conductas. Visualizamos un crecimiento exponencial de la problemática en cuanto a la cantidad de niños que tienen el diagnóstico, sobre todo la cantidad de consultas y demanda porque hay un solo neurólogo infantil en el hospital”, contó la investigadora.
Y luego añadió: “Lo más preocupante además de que se patologizan conductas propias de la infancia, es que muchas veces esto va acompañado de una medicación para resolver este problema. Entonces nos preguntamos qué idea de infancia hay para que se pueda aceptar esto, sobre todo desde los docentes que incluso han sido convocados a ser los que detectan estos problemas y por lo tanto, también son responsables de derivar a un neurólogo o psicólogo. Qué nos sucede hoy a los docentes y adultos, cuando en general, en otras épocas las abuelas decían es ‘culo inquieto’, ‘el catrasca’ o ‘el terrible’, pero no se consideraba que esas conductas fueran patológicas sino propias de la infancia”.
El rol de los adultos
“Lo que le sucede a los niños siempre está en relación a los adultos. Es un síntoma de lo que sucede en las familias y en segundo lugar, la escuela”, define Nudelman.
En esta sociedad actual, el niño o la niña también está pensado como un posible consumidor, señaló la investigadora: “Vemos niños que no tienen adultos disponibles en este momento. Tanto el padre y madre están trabajando afuera de las casas muchas horas y todo obedece a esta idea que hay que tener un cierto poder adquisitivo que permita el consumo y eso pareciera se relaciona con ser felices y ocupar un lugar social”.
En este sentido, Nudelman describió que “todo esto tiene que ver con un contexto de políticas neoliberales donde está privilegiado el éxito económico y estamos descuidando nuestras infancias. Infancias que hoy tienen como niñera a las pantallas, en el mejor de los casos, porque también vemos nuestros niños junto a sus padres tareferos acampando y durmiendo en la plaza, o aquellos niños que acompañan a sus padres cartoneros. Entonces no podemos seguir hablando de infancia en singular; hoy el desafío es pensar en las diversas realidades y con estas realidades los niños llegan a las escuelas, y no se considera esta diversidad. La escuela sabemos tiende a homogeneizar entonces toda diferencia rápidamente trata de ser acallada con una etiqueta o una medicación”.