Hugo Escalada está al frente del Instituto Forestal de Provincial (INFOPRO) desde hace cuatro meses. “Creemos que después de cuatro décadas, ha llegado la hora de revisar qué se hizo bien y qué mal en el sector forestal. Afianzar los aciertos y corregir los errores”, indicó el abogado que cuando era diputado provincial fue quien impulsó la creación de la institución, allá por 2015.
“Misiones es la principal provincia forestal del país. Tiene 700 industrias del sector, personal capacitado y excelente infraestructura”, destacó en una entrevista con ENFOQUE.
Escalada recordó que “el Instituto Forestal misionero nació de un proyecto que presenté en el año 2015 y que estuvo dos años en comisión hasta que se aprueba en 2017. Es un organismo que nuclea en un solo lugar a todos los representantes del sector forestal. Eso no existía”.
Apuntó que “en ese sector hay una multiplicidad de partes. No es lo mismo que cada uno tenga una postura y lo manifieste por separado a que se sienten todos alrededor de una mesa y la expongan en una interacción”.
El presidente del IFM explicó que la Institución “es una mesa, pero a diferencia de las que convocó Mauricio Macri en su momento, acá las partes están institucionalizadas. En una mesa la invitación es a debatir, pero en el instituto cada sector tiene una silla con representatividad. A la hora de decidir, tiene su voto”.
“La idea es acordar políticas para adelante. El forestal es el principal sector económico de la provincia, en la actualidad. Es el que más aporta al Producto Bruto Interno misionero, no solo en términos de dinero, sino de trabajo. Hasta el aserradero más chico tiene diez personas trabajando. Mueve la economía de distintas localidades”, reiteró.
Aclaró que “el Instituto no obliga a las autoridades de la Provincia, emite un dictamen, pero un dictamen de todo el sector forestal tiene fuerza. El inicial fue sobre el precio, pero puede haber uno sobre cualquier tema de la actividad forestal”.
Consejo Asesor
Además de los nueve directores, Escalada remarcó que el organismo cuenta con un “Consejo Asesor, integrado por la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones, el Colegio de Ingenieros Forestales, un representante de Industria y uno de la Secretaría de Comercio. Con datos técnicos, duros, hace la previa de los debates que se hacen en el Consejo Directivo. En el caso de los precios, con tres meses de anticipación pidieron a todos los sectores que envíen sus grillas de precios, los estudios de costos que tenían sobre el tema”.
“Cuando debatimos el proyecto del Instituto en la Cámara, invité a todos los sectores. Aparecieron un represente de los ingenieros y un empresario de los madereros, nadie más. Entonces mi primera acción tras la designación fue salir a hacer docencia, a explicar para qué sirve esta herramienta. Viajé muchísimo al interior, hice cuatro reuniones por semana, para poner al tanto del sector las facultades del Instituto. Además, hicimos cuatro videoconferencias, con no menos de 32 participantes cada una”, detalló el funcionario.
“Tenemos cuatro décadas del sector forestal en la provincia y nunca el productorsupo cómo se fija el precio de su producto”, sostuvo y ponderó que “hoy el productor tiene arriba de la mesa un precio, que es con el que se debería comprar la materia prima”.
Reconoció que “arrancamos con el precio de raleo y chip porque es el inicio de la cadena. Cuando llevás adelante una plantación sabés que el primer aprovechamiento que vas a tener será el raleo, a los siete años. Esto es lo que diferencia a la producción forestal de otras. Vos en yerba, té, tabaco o maíz tenés anualidad. Pero en el bosque implantado, no. Es un período largo, esa tierra tuya va a estar parada durante siete años mientras los árboles crecen. Tenés que agregarle el costo de oportunidad, que es la espera”.
Por eso, para Escalada, “el precio te da previsibilidad”.
“El raleo no es basura del pino”
“Ese primer aprovechamiento de la materia prima es lo que se utiliza como insumo de las pasteras y para el chip. Lo llamaban la ‘basura del pino’, pero no es así. Es materia prima, son toneladas y toneladas. No es basura, es raleo”.
“Por mucho tiempo el Estado promocionó a través de la Ley 25680, que es de subsidios, que daba plata para que se planten pinos. Pero plantar pino para qué, hacia dónde vamos. Para alimentar a las pasteras o para aserrar madera, para darle un valor agregado”, reflexionó el presidente del Instituto.
Admitió que “la convivencia entre empresas fuertes cuasi monopólicas con productores primarios rompe el equilibrio de la cadena y cuando eso pasa, los de más poder son los que determinan el precio. Por eso, acá no va el tema de que la oferta y la demanda se equilibren solas. Aquí hay muchos oferentes, pero un solo demandante, este último es el que fija el precio, lo que sucede hace décadas en nuestro sector forestal”.
“En Misiones, el productor primario apostó a la forestación, puso su chacra, llevó adelante el trabajo, y terminaba vendiendo la materia prima para salvar los costos. Esto hizo que en los últimos seis años vaya cayendo la cantidad de gente en el sector, se pasó a otro tipo de actividad. En este último año que la yerba pegó un repunte con respecto al precio, hay muchos forestadores que hicieron tala rasa para luego sembrar yerba. Hay un corrimiento de productores forestales hacia otras actividades”, reconoció.
Escalada llamó a poner foco sobre el inicio de la cadena. “La actividad arranca con el productor primario. Como en Misiones hay aún excedente de materia prima, se dan el lujo de perder productores. Pero si aumenta el consumo, como en el actual un boom de la madera, donde todos los aserraderos, desde el más chico hasta el más grande, no te toman pedidos por los próximos tres meses porque no dan abasto, se va a necesitar más producción. Cualquier decisión que tomes en el campo forestal, afectás de 7 a 15 años. Si yo cortó una hectárea, necesito siete años como mínimo para reponer los árboles”, sostuvo.
Negociación ardua
Con respecto a la primera fijación de precios, que estableció que la materia prima costará 599,55 pesos (o su equivalente en dólares norteamericanos de 7,49) la tonelada en pie y 1609,95 pesos (US$ 20.12)la tonelada puesta en fábrica; el chips aserradero sobre camión 1981,29 pesos (US$ 24.76) y el chips chipeador sobre camión, 1871,57 pesos (US$ 23,39), concluyó Escalada: “Fue ardua la negociación. Es la primera vez que sucede en el país”.
“Hay un sector que ha adelantado que no puede aplicar los precios. Sin embargo, vemos que esas grandes empresas compran a los productores primarios, pese a tener su propio pino, porque es más barato comprarles a ellos que usar sus propias plantaciones. No creemos que nos les cierren los números. Nunca trajeron algún estudio del por qué no pueden pagar el precio aprobado”, comentó.
Reveló que “el sector industrial primero objetó la facultad del Instituto de fijar precios. Luego, en la mesa, sugirió un precio. Sin embargo, se terminó aprobado por 7 votos a 2 la grilla que aportó el Consejo Asesor”.
Escalada remarcó que los precios serán fijados cada seis meses y confió en que para la nueva negociación los industriales acerquen con tiempo sus grillas con toda la información al Consejo Asesor.