En el marco de la iniciativa de la Casa Rosada de impulsar un decálogo de gobernabilidad junto a la oposición, Rogelio Frigerio encabeza la primera ronda de conversaciones con dirigentes peronistas.
El ministro del Interior es el encargado de llevar adelante las negociaciones y el primer encuentro en Balcarce 50 tuvo como protagonista al gobernador de Chaco Domingo Peppo.
Se espera que esta misma tarde el funcionario nacional reciba al mandatario de Entre Ríos, Gustavo Bordet, al tiempo que cerrará su agenda de este miércoles con un encuentro junto al excandidato presidencial Daniel Scioli.
Según se supo, el chaqueño pidió a Frigerio incorporar dos puntos más al acuerdo. Ese temario incluye un apartado para las tarifas de servicios públicos y la posibilidad de congelar despidos.
“El objetivo es ver en qué cosas nos ponemos de acuerdo para no discutir en la campaña electoral, para que no forme parte de la discusión política y que dé certezas de que la Argentina es un país serio y que ya hay cosas que no discute. Llegar a acuerdos básicos mínimos, indispensables para la Argentina, sobre todo en un momento difícil como este, es responsabilidad de los dirigentes”, resaltó Frigerio luego de la serie de reuniones.
Por su parte, Peppo destacó que se lleve adelante este acuerdo y remarcó que “nadie puede no estar de acuerdo con los diez puntos de coincidencia que plantea el Presidente para dar una señal de confiabilidad y previsibilidad al mundo”. “Celebro que se plantee un acuerdo y creo que el próximo gobierno debe llamar a esto», indicó.
En tanto, Bordet recalcó que “los tiempos electorales de ninguna manera deben desviar la agenda en común” entre las provincias y el Gobierno nacional y pidió debatir “algunos puntos como por ejemplo la defensa de las economías regionales” y la cuestión previsional.
Vale recordar que este lunes el propio Mauricio Macri hizo oficial la convocatoria a un pacto de gobernabilidad. El decálogo fue enviado a todo el arco político opositor incluyendo a la expresidente Cristina de Kirchner y a la Central General del Trabajo (CGT). La invitación del Presidente también se hizo extensiva a los empresarios y la Iglesia.
Fuente: Ambito