El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció en la tarde de este miércoles medidas para «aliviar la carga financiera» y subrayó que el Gobierno le propuso al Fondo Monetario Internacional ( FMI) «iniciar el diálogo para reperfilar los vencimientos de deuda con ese organismo», lo que implica reprogramar, reestructurar o extender los plazos para pagar al principal acreedor de la Argentina. Lo hizo en una conferencia de prensa en la que no bajó el tono de las acusaciones a la oposición.
Al mismo tiempo, el funcionario adelantó que se buscará un canje voluntario para los bonos de largo plazo en moneda local y extranjera, tanto en jurisdicción local como internacional, aunque sin quita y con intereses.
El propio ministro aclaró que la diferencia entre reperfilar o reprogramar deuda es «un poco semántica» y describió que se trata de una reestructuración «sin quita y con pago de intereses».
Luego del salto cambiario, uno de los grandes temores que volvió a sobrevolar la economía argentina fueron las posibilidades de un default de la deuda pública, mayormente denominada en moneda extranjera.
Al respecto, el primer punto es que no se debe afrontar grandes vencimientos de capital hasta 2022; sin embargo, los mercados suelen anticiparse a estas situaciones y por eso el gobierno debió adelantar medidas.
Dado que las reservas netas son menores a 20.000 millones de dólares, y que el próximo desembolso del FMI podría posponerse -además de los criterios fiscales, el mismo está sujeto a la solvencia del país y a su capacidad de repago-, la reestructuración de la deuda podría anticiparse a los grandes pagos.
«Hemos propuesto a ese organismo y fue una de las sugerencias de la oposición iniciar el diálogo para reperfilar los vencimientos de deuda con ese organismo internacional», afirmó.
Sin embargo, el ministro comenzó con su conferencia de prensa con críticas a la oposición, a la que responsabilizó por la crisis económica: «Todas las fuerzas políticas queremos ganar las elecciones pero eso no es excusa para poner en riesgo la estabilidad de los argentinos», afirmó.
«A un hombre de Estado le pueden faltar algunas virtudes, pero no una: la prudencia. Porque hay 45 millones de personas que pueden verse afectadas por sus palabras y sus actos», afirmó.
En la conferencia señaló que el Gobierno decidió «extender los vencimientos de deuda de corto plazo tanto en pesos como en dólares sólo para inversores institucionales».
«Además, decidimos elevar a consideración del Congreso que provea herramientas para extensión de la deuda bajo jurisdicción local», puntualizó.
Aclaró que el Parlamento «será soberano en la definición de los términos de esa extensión».
En ese sentido, anunció que enviará al Congreso un proyecto de Ley con el objetivo de extender los plazos de la deuda en manos de tenedores locales, como así también a aquellos que tienen jurisdicción extranjera, para despejar las dudas en los vencimientos del 2020 al 2023.
De ese modo, el ministro reiteró que el fin de las medidas es «aliviar la carga financiera».
En tanto, reconoció que los resultados del programa financiero fueron «inferiores a los esperados, especialmente en materia de inflación y empleo».
Al ser consultado respecto del efecto que podrían las medidas anunciadas sobre el tipo de cambio, analizó: «Estas iniciativas lo que hacen es relajar la disponibilidad de reservas para atender eventuales demandas del orden cambiario».
Aseguró que habrá «más recursos para asignar al mercado de cambios» y ratificó que «las reservas están para ser utilizadas».
«Ningún Gobierno puede solo y menos en época electoral», subrayó, y llamó a lograr una «campana protectora sobre el sistema financiero» entre los diferentes espacios políticos.
Fuente: BAE Negocios