El candidato del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, se impuso este domingo en las elecciones presidenciales en Brasil aunque sin superar el 50% de los votos, por lo que disputará una segunda vuelta con el aspirante del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, el próximo 28 de octubre.
Bolsonaro obtenía el 46,66% de los votos, mientras que Haddad, por detrás, llegaba al 28,43% con el 96,06% de los votos contados. Fuera del balotaje quedaban Ciro Gomes, con el 12,52% de los votos, Geraldo Alckmin (4,82%) y Joao Amoedo (2,72%).
Los 147 millones de brasileños que componen el padrón electoral estaban llamados a las urnas para elegir el futuro presidente del país más grande y poblado de América Latina tras varios años de inestabilidad económica y política, marcados por la megacuasa de corrupción conocida como Petrolao, el impeachment de la ex presidente Dilma Rousseff en 2016 y la condena este año al ex presidente Lula da Silva a 12 años de prisión por corrupción.
La campaña, marcada por una histórica polarización, se caracterizó por una competencia entre numerosas listas incapaces de seducir a grandes mayorías y al surgimiento de expresiones de derecha e izquierda más definids por encima de candidatos más moderados.
La victoria de Bolsonaro ya había sido anticipada por numerosas encuestas, entre estas las de Datafolha e Ibope, aunque la segunda vuelta con Haddad se presenta con una tendencia menos clara.
Ahora, tras la finalización de esta primera ronda electoral, la atención se pondrá sobre los otros candidatos que quedaron afuera del balotaje pero que fueron, sin embargo, votados por una buena parte del electorado.
Tal es el caso de Ciro Gomes, que obtenía el 12,31% y posee cierta cercanía con Haddad, o Geraldo Alckmin, que logró el 4,84% de los votos y podría acercarse más, al menos en parte, a Bolsonaro.
Bolsonaro votó a las 9 de la mañana, un mes después del ataque que sufrió y que lo dejó internado durante semanas en un hospital de San Pablo.
El líder de derecha llegó a una escuela municipal en el barrio Villa Militar, en el oeste de Rio de Janeiro acompañado de sus hijos Carlos y Flavio. Éste último es candidato al Senado de Brasil. Estuvo fuertemente custodiado para evitar contactos que puedan afectar su recuperación física. Los tres vestían chalecos antibalas.
En breves declaraciones, se mostró confiado en ganar en primera vuelta y así evitar un ballotage. El acto de votación duró menos de un minuto y se mostró muy sonriente.
Consultado sobre la posibilidad de una segunda vuelta, respondió: “(Esto) acaba hoy”. Además, estimó que su eventual gobierno tendría cerca de 350 diputados, por lo que no necesitaría llevar adelante negociaciones partidarias.
“Recibimos el apoyo de personas de bien que quieren apartar al socialismo y no quieren coquetear con el régimen de Venezuela”, agregó.
Haddad, por su parte, fue recibido en una oficina de voto de la zona sur de Sao Paulo por militantes al grito de “Brasil, urgente, Haddad presidente”, aunque también otros vecinos de ese barrio golpeaban sus cacerolas para expresarle su rechazo.
Se dijo convencido de que los brasileños volverán a las urnas dentro de tres semanas. “Habrá segunda vuelta. La segunda vuelta siempre es una oportunidad renovada de comparar proyectos”, afirmó.
Fuente: Infobae