El papa Francisco exhortó el jueves a los presos en una cárcel romana a no permitir que sus esperanzas se vean nubladas como los ojos que sufren cataratas, y reveló que padece ese mal y deberá operarse el año próximo.
Francisco, de 81 años, hizo esa revelación al despedirse de los presos y el personal de la cárcel de Regina Coeli, donde lavó los pies a 12 reos en un rito del Jueves Santo.
Francisco suele visitar las cárceles, donde alienta a los presos a no perder las esperanzas. Este jueves les dijo que deben limpiarse los ojos para ver y difundir la esperanza.
«A mi edad, por ejemplo, vienen las cataratas y no se ve bien la realidad. El año próximo debo operarme», dijo.
Aseguró que lo mismo sucede en la vida cuando la desilusión, los errores y la fatiga nublan el alma. Instó a los presos a efectuar una limpieza diaria de su visión de la vida «una operación de cataratas del alma» para mantener viva la esperanza.
Durante el Lavapiés, Francisco vertió agua sobre los pies de los hombres, los secó y los besó. Muchos de ellos lo abrazaron.
Entre los 12 presos había católicos, musulmanes, un cristiano ortodoxo y un budista, informó el Vaticano. Eran italianos, filipinos, marroquíes, moldavos, colombianos, nigerianos y sierraleoneses.
En su homilía, el Papa sostuvo que el sentido del rito es mostrarse dispuesto a servir a los demás «como un esclavo», como hizo Jesús.
«Vuestro jefe debe ser vuestro sirviente», dijo. «Muchas veces pienso… cuántas guerras se habrían evitado si esos reyes, emperadores y jefes de estado hubieran comprendido esta enseñanza de Jesús en lugar de mandar y ser crueles y matar gente».
Previamente, Francisco ofició la misa del Jueves Santo durante la cual exhortó a los sacerdotes a mantener una cercanía espiritual con su grey y no limitarse a predicar la ley cuando la gente peca.
En su homilía, advirtió a los sacerdotes que no caigan en la tentación de hacer una «verdad-ídolo» de la ley eclesiástica cuando predican, ya que con ello pueden alejar al común de los fieles de Cristo. Incluso a los adúlteros deben alentarlos a mirar hacia adelante y no volver a pecar.
El Jueves Santo es el inicio de cuatro días de actividad intensa que culminan el Domingo de Pascua.
El viernes, Francisco encabezará la procesión de la Via Crucis al Coliseo de Roma que repite la crucifixión de Cristo. El sábado por la noche oficiará la solemne Vigilia Pascual en San Pedro y el domingo la jubilosa misa de Pascua.
Fuente: Ambito.com