El papa Francisco denunció hoy que la pandemia de coronavirus agravó la «brecha entre clases sociales» de una «economía enferma» en la que «unos pocos muy ricos poseen más que todo el resto de la humanidad», mientras el Vaticano informó que la semana próxima el pontífice volverá a encabezar eventos con público, suspendidos desde inicios de marzo.
«La pandemia ha puesto de relieve y agravado problemas sociales, sobre todo la brecha entre las clases sociales», sostuvo el pontífice durante al Audiencia General que encabezó en streaming desde la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.
«Algunos pueden trabajar desde casa, mientras que para muchos otros esto es imposible. Ciertos niños, a pesar de las dificultades, pueden seguir recibiendo una educación escolar, mientras que para muchísimos otros esta se ha interrumpido bruscamente», ejemplificó el Papa.
En ese marco, Jorge Bergoglio lamentó que «algunas naciones poderosas pueden emitir moneda para afrontar la emergencia, mientras que para otras esto significaría hipotecar el futuro».
Tras la audiencia, el Vaticano informó en un comunicado que a partir del próximo miércoles el Papa volverá a celebrar sus encuentros semanales con la presencia de fieles, como era costumbre hasta que a inicios de marzo la emergencia sanitaria obligó a la Santa Sede a suspender los eventos con público.
Las audiencias se celebrarán en el Patio de San Dámaso, dentro del Vaticano, y no en la Plaza San Pedro como es habitual, «sin necesidad de billetes de ingreso» y «siguiendo las indicaciones sanitarias de las autoridades», explicó la Santa Sede.
En su mensaje, el Papa planteó además que «la desigualdad que se vive revela una enfermedad social, un virus que proviene de una economía enferma, fruto de un crecimiento económico que ignora los valores humanos fundamentales».
«En el mundo de hoy, unos pocos muy ricos poseen más que todo el resto de la humanidad», denunció, en línea con los análisis de organizaciones como Oxfam que a inicios de año revelaron que el 1% de los ricos del mundo tiene tanta riqueza como 4.600 millones de personas.
En esa línea, Francisco criticó los daños que se le hacen al medio ambiente y planteó que «este modelo económico es indiferente a los daños infligidos a la casa común».
«Estamos cerca de superar muchos de los límites de nuestro maravilloso planeta, con consecuencias graves e irreversibles: de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático hasta el aumento del nivel de los mares y a la destrucción de los bosques tropicales», lamentó.
La última Audiencia General que Francisco celebró con público fue la del 26 de febrero, antes de que la pandemia de coronavirus obligara a la Santa Sede a adoptar un sistema de transmisión en streaming desde el Palacio Apostólico que se mantuvo hasta hoy.
Fuente: Télam