El ahora exmandatario boliviano Evo Morales partió rumbo a México donde pidió oficialmente asilo político luego del golpe de Estado cívico-político-policial que orquestó un sector de la oposición, las Fuerzas Armadas y la comandancia de la Policía. El canciller mexicano Marcelo Ebrard confirmó la partida en un avión que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador puso a su disposición.
«Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida», dijo Morales en un tuit. «Pronto volveré con más fuerza y energía», añadió. Poco antes, el canal de televisión boliviano Unitel había confirmado que una aeronave oficial mexicana había aterrizado en el aeropuerto de la localidad de Chimoré.
«Evo Morales ya está en el avión del Gobierno de México enviado para asegurar su traslado seguro a nuestro país», dijo Ebrard a través de redes sociales. El diplomático fue el encargado de encausar los trámites necesarios para conseguir un salvoconducto.
El avión de la Fuerza Aérea mexicana llegó a Lima entrada la noche, donde cargó combustible y partió rumbo a Bolivia a buscar a Morales. Horas después obtuvo el permiso de las autoridades aéreas bolivianas para ingresar en su espacio aéreo y cerca de las 22:30 horas de Argentina aterrizó en suelo de Chimoré.
Horas antes, Morales publicó un nuevo mensaje en su cuenta de Twitter: «Pido a mi pueblo, con mucho cariño y respeto, cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho. No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación».
Por otra parte, el opositor Carlos Mesa, candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, denunció que «muchas personas» lo alertaron sobre «una turba violenta» que se dirige a su domicilio «para destruirlo», mientras que solicitó a la Policía Nacional que «evite esa locura».
Apenas unas horas después de consumarse el golpe de Estado, México fue el primer país en ofrecer asilo político a Morales, quien debió renunciar en un intento por frenar las protestas, las amenazas y los ataques contra dirigentes y manifestantes del oficialismo. La dimisión llegó luego de las presiones gestadas por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía, quienes le exigieron que diera un paso al costado.
En la embajada de México en La Paz ya se encuentran veinte legisladores y funcionarios del Ejecutivo que hasta este domingo encabezó Morales, según reveló Ebrard. Sin embargo, se estima que Morales será trasladado en avión directamente al país norteamericano.
«México, de conformidad a su tradición de asilo y no intervención, ha recibido a 20 personalidades del ejecutivo y legislativo de Bolivia en la residencia oficial en La Paz», escribió Ebrard en su cuenta de la red Twitter.
El secretario de Relaciones Exteriores de la administración de Andrés Manuel López Obrador no detalló quiénes son esos funcionarios y legisladores que entraron a la embajada mexicana.
«México mantendrá su posición de respeto a la democracia y las instituciones. Golpe no», remarcó Ebrard.
Fuente: Ambito