Según un reciente informe de la consultora Hidalgo & Asociados, el 20% de las empresas tiene previsto realizar inversiones y un 30% sumarían personal
El trabajo, que abarcó la consulta a más de 240 empresas, cuya facturación conjunta supera los $850 mil millones y los 200.000 empleados, muestra que el gradualismo es el sistema preferido por la mayoría de los encuestados.
Aunque los índices muestras mejoras respecto al último relevamiento (Septiembre, 2017) no se vislumbran grandes cambios en los negocios para el 2018. El 58% de las empresas sostiene que su negocio se mantendrá igual, un 30% que aumentará y un 12% que disminuirá.
Un dato alentador del informe es que se están acabando las reducciones de personal. En octubre último, un 40% de las empresas encuestadas señalaba que durante el 2017 habían achicado sus estructuras; mientras que ahora, las que proyectan que disminuirán su personal, es el 13% y que aumentarán, el 29%.
De acuerdo a un informe reciente de la Fundación Mediterránea la masa salarial mejoró en el 2017, pero la tendencia de los últimos años ha sido de una masa estancada.
Laura Bitocco, gerente general de Hidalgo & Asociados, sostiene que la situación es de reacomodamiento: “el foco en estos últimos años estuvo en mejorar los costos; por ello es de esperar que las inversiones e incorporación de personal crezcan a tasas más alentadoras, en la medida que la economía aceleré”.
Otro dato positivo de la encuesta de Hidalgo & Asociados es que este año los asalariados no perderán frente a la inflación. Los ajustes salariales estarán todos en niveles similares o superiores a la inflación proyectada. El 65% del personal dentro de convenio, tendrán ajustes entre 15 y 20% y un 31% entre 20 y 25%. El resto, mayor a 25%.
Por otro lado, para los que están fuera de convenio, las perspectivas son un poco mejores, el 39% recibirá entre un 20 y 25% de aumento. Bitocco sostiene que ello es también parte del reacomodamiento dado que, durante muchos años, los mejores aumentos se los llevaban los agremiados, generando malestar -principalmente- en los mandos medios que, por razones de presupuesto, solían ser los más afectados.