Estudiantes y docentes participan del taller “Nuevo paradigma en la educación: cooperar en lugar de competir”.
En el Salón de las Dos Constituciones de la Cámara de Representantes de Misiones se concretó, esta mañana, el primero de 7 encuentros –uno por mes- que se extenderán hasta noviembre. Están destinados a supervisores, directores y profesores de establecimientos educativos del nivel secundario del departamento Capital.
El objetivo es impulsar el programa provincial “La cooperativa en mi escuela” y motiva la creación de cooperativas escolares en cada institución educativa de nivel secundario, como herramienta pedagógica y organizacional tendiente a consolidar una cultura del trabajo solidario y colectivo, basado en valores y principios, el emprendedurismo, el liderazgo ético, la participación democrática, el esfuerzo propio, la ayuda mutua y la equidad.
Organizan, la Legislatura de Misiones; el Consejo General de Educación (CGE); el Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM); y el Ministerio de Acción Cooperativa, Mutual, Comercio e Integración.
La apertura estuvo a cargo de la diputada y presidente de la comisión de Educación del Parlamento Misionero, María Inés Rebollo; el legislador Héctor Rafael Pereyra Pigerl; la directora ejecutiva del SPEPM, Liliam Prytz Nilsson; el vocal de Educación Secundaria y Superior, Miguel Pintos; y el disertante, director de Cooperativas, Daniel Martínez Di Pietro.
Para María Inés Rebollo “iniciar esta edición 2019 del paradigma cooperar en lugar de competir implica dar respuesta a las demandas actuales” para que el cooperativismo “entre y permanezca en la institución”.
El cooperativismo “es una herramienta que puede servir a los estudiantes para toda la vida, porque los forma como líderes”, aseguró.
Pintos, en tanto, destacó “el perfeccionamiento docente que posibilita mejorar personal y profesionalmente”, además “de ser más solidarios y ayudar al otro” sobre todo en “contextos de crisis económica, familiar y social”.
En el mismo sentido, Pereyra Pigerl aseguró que esta forma de organización “es el mejor mecanismo de redistribución de la riqueza” y de “ayuda para un mejor porvenir”.
Por último, Pritz Nilsson indicó que cada integrante de la comunidad educativa “conoce la localidad en la que vive, así como las necesidades”, por eso, “esta herramienta es importante para la administración de los recursos y para llevar adelante un proyecto común”.