María Eugenia Figueredo es una vecina de Posadas con un enorme corazón. En este contexto de emergencia sanitaria mundial por el coronavirus, la mayoría de las personas teme por su propia salud y la de su familia. María Eugenia, sin embargo, fue más allá y decidió actuar para cuidar también a sus vecinos y trabajadores. La estudiante de Diseño de Indumentaria de la EPET N° 2 comenzó a confeccionar barbijos en su taller para los adultos mayores de su barrio y para quienes no les queda más alternativa que salir de casa a trabajar, ya que viven al día.
“Mi lema es tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí”, comentó a ENFOQUE. Detalló que la idea surgió este lunes, cuando fue a la verdulería y vio que las cajeras trabajaban sin ningún tipo de protección. “Fui a abastecerme de algunas mercaderías y vi que alguien estornudó y todos se asustaron”, relató, indicando que fue así como tomó noción de la gravedad de la situación. Así, decidió armar barbijos y comenzar a donarlos ese mismo día por la tarde.
María, quien está casada y tiene tres hijos, dijo que ese día volvió a su casa y, tras mirar tutoriales en internet, comenzó a trabajar en los barbijos. “Primero, pensé en hacerlos para mi esposo, que es el que sale porque tiene que trabajar. También armé otro para su compañero con friselina, que es como tela TNT para tapicero, que es más gruesa”, detalló, agregando que confeccionó un molde con cartón y atajadores de plástico.
Cadena de solidaridad
La noble mujer acotó que en la tarea lo ayuda su hermano, Lucas Figueredo, a través de la difusión en la red social Facebook. También cuenta con la colaboración de su proveedor de telas, quien le donó el material, ya que ella tiene un taller en su casa, donde desarrolla su oficio. “La gente también empezó a colaborar. Así se inició esta bola de ayuda que no para, pero realmente hace falta muchísimas más manos de obra porque no me imaginé la repercusión que habría. Mi teléfono explota pidiéndome y agradeciéndome”, señaló María, con mucha emoción.
Lucas, además de encargarse de dar a conocer la admirable labor de María, contribuye con la entrega de los barbijos artesanales. María también los reparte personalmente y la gente que los necesita, además, se acerca a su domicilio en la Chacra 41 del barrio Tajamar. En este sentido, se entregaron nada más y nada menos que 90 unidades, pero María resaltó que “no doy abasto con la producción porque estoy cosiendo yo sola”. De igual manera, “continuaré con esta maravillosa tarea que me dio la vida”, se enorgulleció la noble mujer.
Quienes deseen colaborar con María y Lucas pueden hacerlo, contactando al número telefónico 3765077833.