El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, advirtió este lunes a Corea del Norte que no ponga a prueba la determinación de Estados Unidos «ni el poder de nuestras fuerzas militares», después de que Pyongyang fracasó en un lanzamiento de misil este fin de semana.
Hablando en Seúl, Pence vinculó los recientes ataques militares de Estados Unidos en Siria y Afganistán con la situación en Corea, diciendo que mostraron la «fuerza y la determinación de nuestro nuevo presidente».
«Vamos a vencer a cualquier ataque y enfrentaremos cualquier uso de armas convencionales o nucleares con una respuesta abrumadora y eficaz», dijo Pence, añadiendo que cuando se trata de Corea del Norte «todas las opciones están sobre la mesa».
Previamente, Pence visitó la la Zona Desmilitarizada de Corea (DMZ), la frontera altamente fortificada entre el Corea del Norte y Corea del Sur. Se extiende 250 kilómetros y está salpicada de puestos de vigilancia militar, minas y estructuras defensivas.
Las tensiones en la península han incrementado en las últimas semanas, en medio de las advertencias de analistas estadounidenses de que Corea del Norte estaba preparando su sexta prueba nuclear.
En medio de preocupaciones de que Estados Unidos podría lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte, Pence dijo que Washington «consultará estrechamente» con Seúl «cuando tomemos decisiones de seguir adelante».
Las opciones de Estados Unidos sobre Corea del Norte
Haciendo eco de las declaraciones del secretario de Estado, Rex Tillerson, el mes pasado, Pence dijo que la «era de la paciencia estratégica ha terminado».
Estados Unidos se ha apoyado en China, el principal aliado de Corea del Norte, para presionar a Pyongyang para que reduzca sus ambiciones nucleares.
Al mismo tiempo, aumentó su presencia militar en la región mediante el despliegue de un portaaviones escoltado por un grupo de ataque frente a la península de Corea.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, a principios de este mes, y ha alabado la suspensión de embarques de carbón de Corea del Norte a China como un «gran paso» hacia adelante en el esfuerzo de presionar a Pyongyang. No obstante, las importaciones totales de China desde Corea del Norte han aumentado.
Pence dijo el lunes que Trump tenía «muchas esperanzas de que China tome medidas para lograr un cambio de política en Corea del Norte. Un abandono de su programa de armas nucleares y su programa de misiles balísticos».
El domingo, el asesor de seguridad nacional, el general HR McMaster, dijo que con respecto al programa nuclear de Corea del Norte «todas las opciones están sobre la mesa». Hizo hincapié en que Estados Unidos no espera utilizar la fuerza militar, pero advirtió que «este problema está llegando a un punto crítico».
El viernes, Corea del Norte dijo que la peligrosa situación de seguridad se debe a la «provocación militar imprudente de la administración Trump».
«El gobierno de Trump, que atacó sorpresivamente con misiles guiados en Siria el 6 de abril, ha entrado en el camino de la amenaza abierta y el chantaje en contra (de Corea del Norte)», dijo un portavoz del Ejército Popular de Corea, dijo según la agencia estatal de noticias KCNA.